Un alto legislador israelí informó a diplomáticos europeos en la ciudad evacuada de Kiryat Shmona sobre la necesidad de tomar una decisión pronta respecto a la amenaza de Hezbolá en el norte del país.
Yuli Edelstein, diputado del Likud y presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa, indicó que deben abordar el problema mediante esfuerzos diplomáticos o una operación militar, resaltando que “esto no puede prolongarse eternamente”.
Edelstein invitó a 23 diplomáticos europeos a recorrer las áreas vacías cerca de la frontera norte de Israel y la sede del Comando Norte de las FDI en Safed. Durante la visita, hizo sus comentarios tras un ataque con un dron explosivo que hirió gravemente a un hombre cerca del Kibbutz Kabri en Galilea Occidental. Más temprano, varios drones fueron derribados sobre la Alta Galilea mientras las sirenas sonaban advirtiendo de fuego entrante desde el Líbano.
Desde el 8 de octubre, Hezbolá ha intercambiado fuego casi a diario con las fuerzas israelíes, generando temores de un conflicto en toda regla. El grupo terrorista respaldado por Irán afirmó que sus ataques son en apoyo a Gaza, en el contexto de la guerra que comenzó con la ofensiva de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel. Alrededor de 60,000 residentes del norte de Israel han evacuado debido a los constantes ataques con cohetes y misiles antitanque desde el sur del Líbano.
Los ataques persistentes han forzado a la mayoría de los evacuados a vivir sin hogar por un tiempo indefinido, a pesar de las advertencias de Israel sobre una posible guerra para eliminar la amenaza de Hezbolá. Edelstein destacó que “es imposible continuar así” y subrayó la urgencia de resolver la situación.
Organizada por ELNET, la visita mostró a los diplomáticos las áreas afectadas y les permitió hablar con algunos de los 2,000 residentes que se negaron a evacuar. Los incendios causados por 671 cohetes de Hezbolá en los últimos nueve meses eran visibles en los árboles de las laderas. Los 24,000 habitantes desplazados están ahora dispersos por todo el país, con 6,000 niños estudiando en 71 nuevas escuelas temporales.
Un miembro del ayuntamiento describió a Kiryat Shmona como “la ciudad más grande de Israel” tras la evacuación, afirmando que, aunque salvó vidas, le dio a Hezbolá “la mayor victoria que jamás podría soñar”. Los diplomáticos europeos, alarmados por la posibilidad de una guerra total, destacaron la necesidad de finalizar la guerra.
En una reunión con el general de brigada retirado Alon Friedman, se cuestionó directamente sobre la posibilidad de una guerra y las capacidades militares necesarias para una invasión. La prensa fue retirada antes de que Friedman respondiera.
Edelstein explicó que su objetivo al traer a los diplomáticos era destacar la situación de los refugiados internos israelíes y sentar las bases diplomáticas para una posible guerra contra Hezbolá. “La situación de nuestra población evacuada en el norte es uno de los secretos israelíes mejor guardados”, dijo, señalando la falta de atención internacional a las condiciones de vida de los desplazados. También expresó su escepticismo sobre una solución diplomática, indicando que las posibilidades disminuyen con cada día de escalada.
Finalmente, lamentó que Israel “aprendió a las malas en octubre que una organización terrorista es una organización terrorista y que no se puede convencer a un tigre de que deje de serlo”.