El Parlamento israelí evaluará una enmienda para asignar 3.400 millones de NIS en apoyo a los desplazados y reservistas.
Israel destinará más de 3 mil millones de NIS para civiles evacuados
A pesar del receso de otoño, los legisladores israelíes están programados para reunirse en la Knéset el lunes para votar sobre una enmienda presupuestaria para 2024. Esta enmienda asignaría miles de millones de shekels para apoyar a civiles evacuados y soldados de reserva, como consecuencia de la prolongada guerra. La enmienda fue propuesta por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
La propuesta aumentaría el presupuesto en 3.400 millones de NIS (924 millones de dólares), destinando unos 2.200 millones a la asistencia de aproximadamente 80.000 israelíes evacuados de las zonas fronterizas con Gaza y Líbano. Los desplazados incluyen a casi 70.000 residentes del norte que aún no pueden regresar a sus hogares debido a las hostilidades con Hezbolá.
Además, se asignarán 200 millones de NIS para apoyar el servicio militar de reserva, y 193 millones para cubrir los acuerdos salariales relacionados con las subvenciones a los evacuados durante julio y agosto. Smotrich también aseguró que 525 millones de NIS previamente recortados de todos los ministerios serán devueltos al presupuesto estatal.
Políticos de la oposición y coalición critican el nuevo presupuesto
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, también enfrenta críticas tanto de la oposición como de miembros de la coalición por la distribución de los fondos. Mientras algunos demandan que sus propios intereses presupuestarios sean considerados, el líder de la oposición, Yair Lapid, canceló un viaje a Estados Unidos para asistir a la votación.
Dentro de la coalición, el partido haredí Judaísmo Unido de la Torá ha advertido que boicoteará las discusiones presupuestarias si no se resuelve el financiamiento para la educación privada haredí. Exigen que se revierta el recorte de subsidios a guarderías para hijos de estudiantes de yeshivá que se niegan a ser reclutados al ejército, y que el gobierno financie escuelas bajo el plan Ofek Hadash.
Otzma Yehudit, liderado por el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, también ha amenazado con retirar su apoyo si no se destinan aumentos para la policía y otros servicios públicos. Otros legisladores, como Avi Maoz del partido Noam, condicionaron su voto favorable a recibir el presupuesto necesario para su Autoridad de Identidad Nacional Judía.
Controversia sobre proyecto de ley para despedir a profesores antisionistas
El diputado del Likud, Amit Halevi, ha negado que el gobierno esté promoviendo su proyecto de ley que permitiría despedir a profesores que expresen opiniones antisionistas en instituciones de educación superior. Esta declaración fue hecha tras las afirmaciones del diputado laborista Gilad Kariv, quien señaló que el gobierno busca aprobar la iniciativa a cambio de su apoyo a la enmienda presupuestaria.
Sin embargo, Halevi descartó cualquier acuerdo en ese sentido, reafirmando que su proyecto de ley es independiente de las discusiones presupuestarias. El proyecto ha causado controversia en el ámbito académico, siendo considerado por muchos como un ataque a la libertad de expresión en Israel.
El presupuesto de guerra se expande mientras la crisis educativa persiste
Los legisladores de la coalición están divididos por la falta de acuerdos en el presupuesto para educación, especialmente respecto a la financiación de instituciones privadas. El partido Judaísmo Unido de la Torá mantiene su postura de que no participará en la discusión presupuestaria mientras el gobierno no resuelva sus demandas.
Por su parte, el partido Otzma Yehudit sigue insistiendo en que se asignen mayores fondos para fuerzas de seguridad. La asignación de fondos para los desplazados y reservistas ha generado un debate que podría prolongarse debido a los desacuerdos internos dentro de la coalición gubernamental.
En este contexto, la votación en la Knéset sobre la enmienda al presupuesto será crucial para determinar el destino de los miles de millones de shekels destinados a las necesidades urgentes del país.