Con la Knesset programada para votar sobre el nuevo gobierno de unidad nacional el próximo domingo, el Likud ha continuado sus esfuerzos para impedir que se establezca el gobierno, incluyendo un último esfuerzo para convencer a Ayelet Shaked de Yamina de que se una al Likud.
El martes, el Likud votó a favor de una propuesta que permitiría al primer ministro Benjamin Netanyahu reclutar hasta tres personas de fuera del partido y concederles puestos en la lista del Likud para la Knesset. La medida forma parte de un esfuerzo más amplio del partido para tratar de reclutar legisladores de la oposición y frustrar los esfuerzos para formar un gobierno alternativo.
Una reciente oferta del Likud a Shaked incluía la promesa de incluirla en la próxima lista del Likud para la Knesset, garantizándole el segundo puesto en la lista, justo después de Netanyahu, según informó Kanre el miércoles por la mañana.
Además, el Likud, bajo este acuerdo, incluiría una facción separada dentro de su lista de la Knesset que sería liderada por Shaked y que incluiría cuatro escaños.
Además, también se le ofreció a Shaked la cartera del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Sin embargo, Shaked declinó la oferta y declaró que no abandonaría a Yamina ni al nuevo gobierno.