Los líderes de cuatro facciones de la oposición se reunieron el martes por la tarde, en un intento de llegar a un acuerdo final que allane el camino para el establecimiento de un gobierno de unidad nacional que sustituya al gobierno provisional del primer ministro Benjamin Netanyahu.
A falta de un día y medio para que expire su mandato para formar una coalición de gobierno, el líder de la oposición, Yair Lapid (Yesh Atid), convocó una reunión con los líderes de Yamina, Naftali Bennett y Ayelet Shaked, el presidente de Nueva Esperanza, Gideon Sa’ar, y el jefe de Yisrael Beytenu, Avidgor Liberman.
La reunión se convocó tras las maratonianas negociaciones mantenidas durante la noche entre los representantes de las facciones de la oposición.
Fuentes del bloque del cambio dijeron el martes a Canal 13 que Lapid espera hacer una declaración formal al presidente Reuven Rivlin de que ha logrado reunir una coalición respaldada por 61 MKs. Lapid debe ser capaz de asegurar el apoyo mayoritario en la Knesset para el miércoles por la noche, o perder el mandato para formar un gobierno, enviando el mandato a la Knesset, que se encargará de elegir un nuevo primer ministro.
Anteriormente, el martes, el Likud anunció que había solicitado a la oficina del presidente que no permitiera a Naftali Bennett ser el primer ministro en un acuerdo de rotación, argumentando que, dado que Lapid tenía el mandato para formar una coalición, debía ser el primer ministro, no el primer ministro suplente.
Udit Corinaldi-Sirkis, asesor jurídico de la oficina del presidente, respondió a la petición del Likud, confirmando que, si el nuevo gobierno incluirá un acuerdo de reparto de poder, los detalles deben incluirse en la declaración de Lapid antes de la medianoche del miércoles.
Sin embargo, Corinaldi-Sirkis no aceptó la afirmación del Likud de que, dado que a Lapid se le había encomendado la formación de un gobierno, debía ser el primer ministro en cualquier acuerdo de rotación.