El primer ministro Naftali Bennett mantiene una reunión con altos cargos del servicio de seguridad Shin Bet tras varios ataques terroristas mortales en Israel en las últimas semanas.
“Estamos en medio de un esfuerzo conjunto de todas las fuerzas de seguridad para detener la ola de ataques recientes y restaurar la seguridad de los ciudadanos israelíes”, dice en una declaración en vídeo junto al jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y su secretario militar, Avi Gil.
Refiriéndose a la redada nocturna en la que murieron tres agentes de la Jihad Islámica palestina, Bennett dice que las fuerzas de seguridad “frustraron una bomba de relojería”. Prevé que habrá “muchos más” intentos de atentados.
“Estamos trabajando ahora mismo para evitarlos”, dice. “Nuestra gente actúa con gran valentía, las veinticuatro horas del día, en un entorno hostil y violento, y quiero enviar una pronta recuperación a los heridos en la operación”.
El primer ministro dice que ha hablado con el oficial de élite gravemente herido en la operación. También señala el aumento de los despliegues de las fuerzas de seguridad, diciendo que el objetivo es permitir a los ciudadanos hacer su vida normal.
“El terror no es nuevo. Antes era Hamás, antes era la Jihad Islámica, esta vez hay una cierta implicación de Daesh”, dice, utilizando un acrónimo árabe del Estado Islámico. En dos de los últimos atentados participaron israelíes árabes con vínculos con el IS. “Superaremos este difícil período”, afirma.