Tanto legisladores de la coalición como de la oposición han expresado su rechazo a las duras críticas dirigidas hacia Noa Argamani y su padre, Yaakov, por acompañar al primer ministro Benjamin Netanyahu en su visita de Estado a Estados Unidos. Ambos fueron invitados junto con otros familiares de los rehenes.
Familiares de otros rehenes en manos del grupo terrorista Hamás habían pedido a los Argamani no asistir, argumentando que esto beneficiaría políticamente a Netanyahu, a quien responsabilizan por no conseguir la liberación de los rehenes tras más de nueve meses de cautiverio.
Desde hace meses, familiares de los rehenes han protestado por la incapacidad del gobierno de Netanyahu de llegar a un acuerdo con Hamás. Mientras algunos piden una mayor presión militar para forzar a Hamás a negociar, otros han insistido en la negociación diplomática.
Noa Argamani, rescatada el mes pasado por las fuerzas israelíes junto a otros tres rehenes, acompañará a Netanyahu en su discurso ante el Congreso de Estados Unidos en Washington, D.C., junto a su padre y otros familiares de los rehenes.
En una publicación en Facebook, Uri Misgav, comentarista del diario Haaretz y crítico de Netanyahu, afirmó que Argamani y su padre “deberían estar avergonzados de servir de adorno” para Netanyahu. Esta declaración se dio el mismo día en que las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron las muertes de los rehenes Alex Dancyg y Yagev Buchshtav en cautiverio.
El periodista retirado Dan Margalit también criticó la presencia de Argamani en la delegación de Netanyahu, calificándola de “vergüenza” en un tuit dirigido a sus 164.000 seguidores.
En respuesta, el ministro de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli, defendió a Argamani, recordando que pasó cientos de días en cautiverio y recientemente perdió a su madre, mientras que su pareja, Avinatan Or, sigue retenida en Gaza. Chikli calificó a Misgav de “pozo sin fondo de malicia gratuita”.
Eli Dallal, diputado del Likud, calificó a Argamani como una “verdadera heroína” y acusó a sus críticos de utilizar su sufrimiento para ataques políticos, describiendo sus acciones como “terribles, vergonzosas y ofensivas”.
Boaz Bismuth, otro diputado del Likud, elogió la decisión de Argamani de unirse a la delegación, subrayando la importancia de su presencia para compartir su experiencia y abogar por la liberación de todos los rehenes.
Yair Golan, jefe del sindicato de izquierda Labor-Meretz, conocido ahora como Los Demócratas, también condenó las críticas hacia Argamani, considerándolas “indecentes”.
Golan señaló que, aunque considera innecesario el viaje de Netanyahu y cree que el primer ministro “abandonó” a los rehenes, respeta la decisión de Noa de unirse a él.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas también condenó los ataques contra Argamani y su padre, afirmando que “la decisión de participar en la delegación del primer ministro a Washington es personal de cada familia”.
Gil Dickmann, cuyo primo Carmel Gat es uno de los rehenes, defendió a Argamani al afirmar que quienes la escucharon hablar frente al primer ministro no deberían criticar su decisión de viajar a Washington.