El presidente Isaac Herzog recibió a líderes religiosos de Israel el jueves por la noche y lanzó un llamamiento conjunto a la vacunación mundial contra el COVID-19.
Líderes musulmanes, judíos, cristianos, drusos y baháʼí se unieron a Herzog en la Residencia del Presidente en Jerusalén para subrayar que “la santidad de la vida es un valor supremo para las religiones y la salvación de la vida de cualquier ser humano -todos creados a imagen de Dios- es la mayor obligación religiosa de todas”.
“Está manifiestamente claro que la vacunación masiva de poblaciones enteras es nuestra principal herramienta para derrotar esta terrible pandemia”, decía la declaración.
Junto a Herzog en la Residencia del Presidente en Jerusalén estaban el rabino jefe sefardí de Israel, rabino Yitzchak Yosef; el rabino jefe asquenazí de Israel, rabino David Lau; el patriarca ortodoxo griego de Jerusalén, Teófilo III; el patriarca latino, arzobispo Pierbattista Pizzaballa; el presidente del Tribunal de Apelación de la Shari’a, jeque Abed Elhakim Samara; el líder de la comunidad drusa, jeque Mouafaq Tarrif; el jefe de la Iglesia greco-católica de Haifa y Galilea, arzobispo Dr. Yosef Mata; el jefe del Departamento Musulmán del Ministerio del Interior, jeque Ziad Abu Moch; el inspector de imanes del Ministerio del Interior, jeque Jamal Al Obra; y el secretario general del Movimiento Baháʼí en Israel, doctor David Rutstein.
“Creemos que nuestro papel como altos representantes de las religiones de Tierra Santa es situarnos en la vanguardia de la lucha contra el virus y ayudar a la Organización Mundial de la Salud, a los ministerios de sanidad y a los sistemas sanitarios a derrotar la pandemia del COVID-19 y a salvar innumerables vidas, por cualquier medio que exijan las autoridades competentes y, en particular, la vacunación de toda la población que reúna las condiciones necesarias”, dijeron los dirigentes.
También hicieron un llamamiento al mundo para que se atenga a las medidas preventivas, y a todos los creyentes para que recen por los enfermos, por los trabajadores médicos y por el fin de la pandemia.
“Junto con las oraciones al Todopoderoso, pedimos a todos que se vacunen lo antes posible”, dijeron.
En representación del gobierno de Israel estaban el ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, y el zar nacional de la COVID, el profesor Salman Zarka.
“La cooperación interconfesional es enormemente poderosa”, dijo Herzog. “Creo que el hecho de que esta fantástica convocatoria salga de Tierra Santa es un verdadero ejemplo y sirve de modelo”.
“La COVID no respeta las fronteras”, subrayó. “Ni entre Estados, ni comunidades, ni clases, ni religiones. El éxito de la lucha contra el COVID depende directamente de que los líderes religiosos vayan de la mano, y en todo momento hemos visto un liderazgo responsable que ve el pikuach nefesh, el salvar vidas, y el valor de la vida humana como un ideal principal. Quiero daros las gracias de todo corazón a todos vosotros, líderes de todas las religiones y denominaciones de Israel, por vuestro papel central en la lucha nacional y mundial contra el COVID”.