En su intervención en la tercera conferencia nacional de Bnei Akiva sobre educación, celebrada el domingo en Jerusalén, el ministro de Asuntos Religiosos Matan Kahana (Yamina) insistió en que su partido sigue siendo “el hogar del sionismo religioso”.
“El partido Yamina es el hogar del sionismo religioso y nos preocupamos por los intereses del sector, y representamos sus valores”, dijo. “Entiendo el enfado por los procesos que estamos liderando, pero creo que hemos actuado correctamente y también, que lo que estamos haciendo merece un amplio apoyo”.
Kahana añadió que “el primer ministro Naftali Bennett piensa lo mismo que yo: estamos representando al público sionista religioso y beneficiando al sector”.
Entrando en detalles, Kahana dijo: “Mis planes para reformar los procesos estatales para las conversiones al judaísmo aún no están finalizados, pero puedo decirles que los mayores rabinos sionistas religiosos los apoyan. Se trata de una cuestión fundamental para nosotros: nosotros, como sionistas religiosos, tenemos una responsabilidad nacional y no podemos limitarnos a mirar lo que hacemos nosotros y no ocuparnos de los demás. Aquí en Israel tenemos alrededor de 500 mil personas de ascendencia judía [Zera Yisrael]. Tenemos que traerlos, convertirlos según la halajá [ley judía]. Ya tenemos tablas genealógicas”, señaló, y añadió: “MK Pindrus [un miembro haredi de la Knesset] ya ha dicho que cualquiera cuyo hijo se case con una chica convertida en el curso de conversión de las FDI* debe sentarse en shivá [es decir, llorar por él], porque es una shiksa [término peyorativo para referirse a un no judío]”.
En cuanto a su visión del mundo y cómo afecta a su vida política, Kahana dijo: “Cuando entré en mi actual puesto en el Ministerio de Asuntos Religiosos, dije a mi personal que considero que mi misión es santificar el Nombre de D’os. Desgraciadamente, las cosas no siempre funcionan así y no debería ser así, pero es un problema principalmente de imagen y no siempre refleja la situación real”.
Señaló que “cualquiera que necesite recibir servicios religiosos recibe efectivamente lo que necesita, en áreas como el matrimonio y el entierro. Pero tenemos que mejorar la forma en que nos presentamos al público, y estoy encantado de que en algunas áreas, como las organizaciones kosher del Estado, ya estemos arreglando las cosas”.
Kahana subrayó que “nunca transgrediré la halajá. Me atengo a la halajá. Como ministro del gobierno que tiene que lidiar con la burocracia, puedo decir que incluso cuando traté el tema de la revolución de Tzohar en el matrimonio, hubo quienes me apoyaron y quienes se opusieron. En general, los que me apoyan tienden a ser más silenciosos que los que se oponen, y en privado, muchos expresan su apoyo. En el ámbito de la supervisión kosher, la situación fue una profanación del Nombre de D’os, y ahora puedo decir que las cosas van a mejorar. El hecho de que el rabino jefe sefardí se negara a reunirse conmigo me afligió profundamente. Pero no tengo intención de desmantelar el Gran Rabinato, al contrario, quiero reforzarlo”.
Cuando se le pidió que comentara las recientes declaraciones de MK Yulia Malinovsky (Yisrael Beytenu), quien, entre otras cosas, prometió “ocuparse” del Rabinato, Kahana dijo: “Creo que sus declaraciones fueron desafortunadas; al mismo tiempo, ha hecho un gran trabajo a lo largo de los años”.