Israel Katz, titular de Defensa, exigió el viernes al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Herzi Halevi, que amonestara a Shlomi Binder, líder de la Dirección de Inteligencia Militar. La decisión se tomó tras conocerse que Binder alertó en una reunión sobre los riesgos de seguridad ligados al plan de Donald Trump para asumir el control de Gaza y desplazar a su población.
Horas después, Binder aclaró a Katz que no expresaba ninguna postura sobre la iniciativa, sino que advertía sobre el impacto que su divulgación y el debate podrían tener al desatar una escalada de violencia contra Israel. Señaló que su deber era exponer esas preocupaciones.
El jueves en la noche, el Canal 13 reveló que, en una evaluación militar a puerta cerrada, Binder alertó sobre el peligro de reacciones hostiles, especialmente en Judea y Samaria, como respuesta al plan de Trump para expulsar a los habitantes de Gaza y reconstruir la Franja. Subrayó el riesgo particular del mes sagrado musulmán de Ramadán, un periodo tradicionalmente tenso.
El reporte indicó que Binder no emitió juicio a favor o en contra del proyecto, limitándose a señalar posibles consecuencias violentas y recomendar preparación ante tal escenario.
Katz interpretó la situación de otro modo.
«No se permitirá que oficiales de las FDI critiquen el plan clave del presidente Trump para Gaza ni contradigan las órdenes de la cúpula política», afirmó Katz en un comunicado.
El ministro aseguró haber instruido a las FDI para que preparen la implementación del programa de salida voluntaria de los residentes de Gaza que deseen establecerse en otras partes del mundo. Subrayó que esa es la tarea que las FDI deben cumplir y cumplirán.
En las últimas semanas, Katz ha tenido enfrentamientos reiterados con la cúpula militar, en especial con Halevi, su jefe saliente.
Binder, en respuesta posterior, insistió en que no se había pronunciado en contra del plan de Trump.
«Hablé con el ministro de Defensa y le confirmé que no cuestioné la iniciativa de Trump. Las FDI, y por ende yo, acatamos las decisiones políticas y actuaremos conforme a sus instrucciones», expresó en una declaración inusual del ejército.
«En mi papel, expuse las posibles repercusiones del debate sobre el tema, la visión del enemigo desde un enfoque de seguridad y recomendaciones para operaciones ofensivas en consecuencia», añadió.
El jueves, Katz respaldó la propuesta de Trump, calificándola de «valiente» y planteando que permitiría a un amplio sector de la población de Gaza trasladarse a otros países.
El ministro ordenó a las FDI diseñar un plan para facilitar la emigración de los gazatíes interesados a naciones dispuestas a recibirlos. Indicó que el proyecto incluiría salidas por cruces terrestres y “arreglos especiales” para viajes por mar y aire.
«Los habitantes de Gaza deben tener la libertad de salir y establecerse en otro lugar, como ocurre en cualquier otra parte del mundo», argumentó Katz. Añadió que el plan de Trump facilitaría proyectos de reconstrucción en una Gaza desmilitarizada y sin amenazas tras la caída de Hamás, aunque estimó que ese proceso tomaría años.
Dirigiéndose a los países críticos con Israel, Katz sugirió como posibles destinos España, Irlanda, Noruega y otras naciones que han acusado a Israel de abusos. Según su postura, dichos países tendrían la «obligación legal» de aceptar a los palestinos, y si se negaban, quedarían expuestos como hipócritas.
España e Irlanda rechazaron la idea el jueves.
El plan de Trump, vago en detalles, sorprendió al mundo el martes, generando incluso reacciones adversas dentro de su propio partido. Informes indicaron que el expresidente mantuvo la propuesta en secreto, sin consultarla con la mayoría de su gabinete.
El miércoles, altos funcionarios estadounidenses intentaron moderar algunos aspectos, asegurando que la reubicación sería temporal. Sin embargo, Trump había expresado su deseo de que los desplazados no regresaran a Gaza si conseguían nuevos hogares.
El jueves, Trump detalló que el plan contempla que Israel entregue el control de Gaza a Estados Unidos al finalizar los combates. Aseguró que la reconstrucción no implicaría el despliegue de tropas estadounidenses en la Franja.
Fuentes señalaron que Netanyahu solo tuvo conocimiento de la propuesta poco antes de la conferencia de prensa del martes. No obstante, en declaraciones posteriores, pareció aceptarla públicamente.