El ministro de Justicia de Israel, Yariv Levin, instó a desestimar la solicitud de la fiscal general Gali Baharav-Miara de detener la destitución del jefe del Shin Bet, Ronen Bar.
“La ley del Shin Bet establece claramente que el gobierno tiene la autoridad para cesar al jefe de la agencia antes de que finalice su mandato. La fiscal general debería conocer esta norma”, declaró Levin el domingo por la noche. Añadió que “Israel es una democracia y todos, incluida la fiscal general, deben acatar la ley”.
Levin advirtió contra ceder ante “amenazas e intentos de socavar la autoridad del gobierno”, asegurando que la falta de gobernabilidad actual es consecuencia de la rendición ante la presión en marzo de 2023. “Este es un momento decisivo. Israel debe ser una democracia donde las decisiones las tomen los representantes electos y no juristas que se autoimponen como autoridad”, destacó.
Sus declaraciones respondieron a la carta enviada por Baharav-Miara al primer ministro Benjamin Netanyahu, en la que advertía que no podía destituir a Bar sin antes examinar la base legal y fáctica de la decisión.
La fiscal argumentó que la destitución presenta problemas de legalidad y posibles conflictos de interés, además de tratarse de un caso sin precedentes. También subrayó que el jefe del Shin Bet no es un cargo de confianza personal del primer ministro, sino un puesto con independencia operativa.