El ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev (laborista), habló por primera vez sobre los nuevos informes que indican que la Policía de Israel utilizó programas de espionaje sin orden judicial para derribar al ex primer ministro Benjamin Netanyahu.
En una entrevista con Musaf Leshabbat, que se publicará íntegramente el viernes, Barlev dijo: “Lo que ha quedado claro es que había aplicaciones cuyo uso no estaba aprobado, y estaban abiertas. Es decir, un investigador, dos, diez, podían entrar en estas aplicaciones que estaban abiertas, y que no estaban autorizadas para su uso, y ver qué material había”.
Barlev explicó que algunas de las capacidades de los sistemas de Pegasus debían estar desactivadas, para que los investigadores de la policía no pudieran utilizarlas. En concreto, se trataba de la capacidad de buscar en la mensajería, ver fotos y leer el resto del material acumulado en un teléfono, antes de que se emitiera una orden judicial.
“Lo positivo es que, gracias a todo este incidente, la policía y el fiscal general iniciaron una investigación. Me alegro de que la policía no haya ocultado esto y no haya intentado ocultarlo”.
Cuando se le pidió su comentario a los israelíes, tanto de izquierda como de derecha, que consideran que la policía es una amenaza para la democracia de Israel, Barlev dijo: “No tengo nada que decirles”.
“Lo que les diga no les hará cambiar de opinión, a pesar de todo. Tenemos que hacer un cambio y demostrárselo a los ciudadanos del Estado de Israel, tanto en la pureza de la ética como en la sensación de seguridad”.