El primer ministro Netanyahu concedió una entrevista a la cadena británica Sky News esta semana, durante la cual el entrevistador sacó el tema de las nuevas viviendas que el gobierno ha aprobado en Judea y Samaria.
“Las cifras muestran que su gobierno ha aprobado 7.000 viviendas”, dijo el entrevistador. “El secretario de Estado, Blinken ha declarado que estos asentamientos físicos son el obstáculo para la paz y contravienen el derecho internacional”.
El primer ministro Netanyahu respondió:
Creo que eso no es cierto en absoluto, y tampoco creo que contravengan el derecho internacional, porque nunca ha habido una decisión internacional de que los judíos no puedan vivir en Judea, que es de donde venimos.
El artículo 49 de la convención de Ginebra establece que la potencia ocupante no puede construir en la tierra.
El artículo prohíbe el traslado de población. Solo se prohíbe construir en territorio ocupado. Ustedes lo llaman ocupado, nosotros lo llamamos disputado, pero es parte de nuestra patria ancestral.
Llevamos allí unos 3.000 años. El rey David estableció nuestra capital en Jerusalén. No somos los belgas en el Congo o los holandeses en Indonesia. Por Dios, es la tierra de Israel, es nuestro país.
Los palestinos están aquí y no vamos a expulsarlos, y nosotros estamos aquí y los palestinos no van a expulsarnos. El problema, sin embargo, ha sido que los palestinos han sido secuestrados por dirigentes que no quieren un Estado junto a Israel, quieren un Estado sin Israel.
La idea de que si un judío compra tierras de forma privada es un acto criminal es absurda. Si te dijera que los judíos no pueden comprar tierras en ningún otro lugar del mundo, te indignarías.
Un millón de árabes viven en Israel, y yo digo que deberían tener los mismos derechos civiles que los judíos.
Vamos a tener que encontrar el acuerdo político para hacerlo, pero vamos a tener que vivir unos junto a otros. La idea de que su tierra debe ser Judenrein; es decir, libre de judíos, creo que esa concepción es el obstáculo para la paz.