Esta tarde, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, intervino ante la Knéset en una sesión especial convocada por un grupo de cuarenta diputados. Durante el evento, familiares de los rehenes presentes mostraron fotografías de sus seres queridos, junto con lazos amarillos.
Uno de ellos, Dany Elgart, hermano de un rehén y en huelga de hambre, perdió el conocimiento. El discurso de Netanyahu fue interrumpido en varias ocasiones, lo que llevó a la expulsión de varios diputados de la sala.
Netanyahu comenzó su intervención con una crítica directa: “Estamos siendo testigos de innumerables filtraciones y mentiras por parte del gabinete y del equipo negociador. Dicen que hay un acuerdo, pero ¿cómo lo dicen los portavoces estadounidenses? No hubo acuerdo, y Hamás sigue siendo el obstáculo”.
Según el primer ministro, estas filtraciones no solo son incorrectas, sino que también ponen en peligro la seguridad de Israel al dar información crucial a grupos como Hezbolá e Irán.
El primer ministro subrayó que, a pesar de sus esfuerzos, las filtraciones no han sido investigadas. “He enviado una carta con una selección de filtraciones horribles y criminales que han dañado gravemente la seguridad de Israel, hasta este momento. Nadie ha sido investigado, nadie ha sido arruinado”, agregó.
También se refirió a la detención de Eli Feldstein, portavoz de su oficina, quien estuvo a cargo de cuestiones de seguridad, sugiriendo que la vida de los jóvenes es destruida mientras se ignoran filtraciones mucho más peligrosas para el país.
Sobre la guerra, Netanyahu reveló que había ordenado a su personal elaborar un plan para erradicar el gobierno de Hamás. Aseguró que, aunque ya se había logrado eliminar brigadas y capacidades militares clave de Hamás, el trabajo aún no había terminado.
Añadió que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están preparando un plan integral para destruir la capacidad del grupo terrorista de gestionar la distribución de ayuda humanitaria y alimentos. Además, destacó el objetivo de recuperar a todos los rehenes.
Por otro lado, Ayman Odeh, miembro de la Knéset por Hadash-Taal, atacó las operaciones de las FDI en la Franja de Gaza y acusó a Netanyahu de ser un “asesino serial de la paz”. Como respuesta, el presidente de la Knéset, Amir Ohana, ordenó su expulsión de la sala.
En relación con la guerra en el norte, Netanyahu informó que entre el 70% y 80% de los cohetes y artillería de Hezbolá han sido neutralizados, aunque el grupo sigue poseyendo miles de proyectiles. A continuación, el primer ministro abordó el tema de Irán y confirmó por primera vez que Israel había atacado componentes relacionados con el programa nuclear iraní.
“Cuatro baterías S-300 han sido destruidas”, declaró, agregando que, aunque no se había destruido por completo la capacidad operativa de Irán, la acción había retrasado significativamente su avance.
Sobre el programa nuclear iraní, Netanyahu afirmó que la amenaza sigue vigente: “Estamos comprometidos a actuar contra el programa nuclear iraní. Si no lo hacemos, todos los problemas volverán a surgir“.
Además, destacó la importancia de la determinación e inteligencia de Israel para enfrentar los desafíos, especialmente en cuanto a la liberación de los rehenes.
El primer ministro concluyó su discurso reafirmando que la estrategia israelí es la victoria total.
”La victoria es la devolución de los rehenes”, subrayó, haciendo frente a las dudas que algunos sectores han expresado sobre la viabilidad de la situación. Reiteró que no bajará la guardia y que nunca ondeará una bandera blanca en la lucha contra Hamás.