En un hecho sin precedentes en octubre del 2015, el Primer Ministro israelí, Biniamín Netanyahu enmudeció por completo a toda la Asamblea General de la ONU en su discurso, cuando les encaró por su silencio cómplice ante las explícitas amenazas de exterminio por parte de la República islámica de Irán.
Habló de Israel, el hogar de más de seis millones de judíos. Se comprometió [Irán], “no habrá Israel en 25 años”.
Setenta años después del asesinato de seis millones de judíos, Los gobernantes de Irán prometen destruir mi país. Asesinar a mi pueblo. Y la respuesta de este cuerpo, la respuesta de casi cada uno de los gobiernos representados aquí ha sido absolutamente nada!, Silencio absoluto! Silencio ensordecedor.
Tal vez ahora se pueda entender por qué Israel no se suma a la celebración de este acuerdo.
Si los gobernantes de Irán estuvieran trabajando para destruir sus países, tal vez ustedes serían menos entusiastas sobre el acuerdo.
Si proxies terroristas de Irán estuvieran disparando miles de misiles contra sus ciudades
Y si este acuerdo desatara una carrera armamentista nuclear en su vecindario, tal vez ustedes serían más reacios a celebrar.