El primer ministro israelí asegura que el ataque aéreo del 26 de octubre dejó a Irán sorprendido y debilitado en su programa militar.
Israel debilitó defensas iraníes en su ataque de octubre
El ataque israelí del pasado 26 de octubre tuvo como objetivo principales infraestructuras militares de Irán, incluyendo defensas aéreas y fábricas relacionadas con misiles balísticos. Según el primer ministro Benjamin Netanyahu, esta ofensiva dejó a Irán “estupefacto” y con la necesidad de reevaluar su capacidad de defensa.
Netanyahu declaró al Wall Street Journal que la operación también dañó severamente las capacidades de producción de misiles balísticos de Irán, algo que, según él, podría tomarle años recuperar. “Ahora deben calcular cuánta munición tienen, porque resucitar su esfuerzo de producción les llevará tiempo”, aseguró el líder israelí.
Entre los objetivos de la ofensiva israelí figuraron almacenes, instalaciones de investigación y una presunta planta nuclear. Este ataque aéreo fue una respuesta directa al lanzamiento de 200 misiles balísticos iraníes hacia Israel a principios de octubre, en represalia por la muerte de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, y de Ismail Haniyeh, dirigente de Hamás, en eventos atribuidos a Israel.
La mayoría de los misiles iraníes fueron interceptados por las defensas aéreas israelíes, limitando los daños a bases militares. Sin embargo, Israel afirmó que la capacidad operativa de sus fuerzas no se vio comprometida.
Aspectos clave sobre la ofensiva israelí e iraní
- Defensas aéreas iraníes eliminadas: Israel atacó sistemas avanzados de defensa aérea y capacidades de misiles balísticos.
- Respuesta a lanzamientos de misiles: Irán disparó 200 misiles balísticos tras el asesinato de líderes de Hezbolá y Hamás.
- Instalaciones nucleares: La ofensiva incluyó un ataque a un centro de investigación presuntamente vinculado a la producción de armas nucleares.
- Impacto estratégico: Según Netanyahu, Irán necesita años para recuperar su capacidad militar tras los ataques.
Israel limita actividades de Irán en la región
En la entrevista, Netanyahu destacó que Israel también ha afectado severamente las operaciones iraníes en los territorios de Gaza y Líbano. Declaró que Hezbolá, Hamás y otros aliados iraníes han sido debilitados debido a sus conflictos con Israel.
El primer ministro señaló que Irán “no tiene ninguna vía de suministro” en la región y afirmó que advirtieron a Bashar al-Assad que no permitiera el tránsito de armas iraníes hacia Hezbolá. Según Netanyahu, el mandatario sirio ignoró estas advertencias, lo que contribuyó a la reciente caída de su régimen en manos de rebeldes islamistas.
Netanyahu también reveló que la decisión de eliminar a Hassan Nasrallah en un ataque aéreo en septiembre fue parte de un plan estratégico para desestabilizar la influencia iraní en el Líbano. Según el primer ministro, Nasrallah era “el eje del eje” en la relación entre Irán y sus aliados regionales.
Hezbolá había comenzado a atacar a Israel desde el año pasado, tras un ataque de Hamás el 7 de octubre en la Franja de Gaza, donde murieron 1.200 personas y se tomaron 251 rehenes.
Netanyahu justificó ofensivas contra Hezbolá y Hamás
Tras el ataque de Hamás en Gaza, altos mandos israelíes recomendaron a Netanyahu atacar a Hezbolá primero, al considerarlo una amenaza mayor. Sin embargo, el primer ministro optó por priorizar una respuesta directa contra los autores del ataque inicial, evitando una guerra en dos frentes.
En septiembre, Israel llevó a cabo una operación con dispositivos explosivos escondidos en miles de localizadores pertenecientes a operativos de Hezbolá. Esta acción dejó inutilizadas a numerosas figuras clave del grupo terrorista.
El éxito de la operación fue seguido por una ofensiva aérea masiva que atacó líderes y depósitos de armas de Hezbolá, dejando al grupo paralizado. Netanyahu describió estas acciones como “el mayor ataque quirúrgico de la historia”.
La ofensiva contra Hezbolá se dio en el contexto de una estrategia más amplia para debilitar el “eje” liderado por Irán, afectando tanto a su influencia en Siria como en el Líbano.
Israel debilitó a Hezbolá con operación terrestre y aérea
Durante una operación de casi dos meses, Israel lanzó una campaña militar contra Hezbolá en el Líbano, que incluyó bombardeos, ofensivas terrestres limitadas y la toma de la televisión libanesa para advertir a civiles. Netanyahu destacó que, en solo seis horas, destruyeron la mayor parte de los arsenales de misiles balísticos de Hezbolá.
La ofensiva también buscó destruir una red subterránea utilizada por Hezbolá en el sur del Líbano, similar a los túneles que Hamás empleó en su ataque del 7 de octubre del año pasado. Según el primer ministro, este sistema iba a ser clave para una invasión de Galilea. Aunque el ejército israelí encontró solo un túnel que cruzaba la frontera por unos pocos metros, Netanyahu aseguró que la red era mucho más extensa de lo que se pensaba.
El acuerdo de alto el fuego, que puso fin a la operación, llegó después de que Hezbolá perdiera la mayoría de su liderazgo y quedara con capacidades muy limitadas. Netanyahu afirmó que rechazó las presiones internas para evitar combates, argumentando que un cese de hostilidades debía ocurrir solo tras debilitar significativamente al grupo terrorista.
Aspectos clave de la operación contra Hezbolá
- Destrucción de misiles: En seis horas, Israel destruyó la mayoría de los arsenales balísticos de Hezbolá.
- Red subterránea: La operación desmanteló túneles destinados a una invasión planificada de Israel.
- Liderazgo de Hezbolá: La campaña eliminó a gran parte de los líderes del grupo en el Líbano.
- Acuerdo de alto el fuego: Alcanzado tras casi dos meses de combates, dejando al grupo gravemente debilitado.
Relación de Netanyahu con Estados Unidos durante la guerra
Netanyahu reconoció el apoyo de Estados Unidos durante los enfrentamientos en Gaza y elogió al presidente Joe Biden por su visita a Israel al inicio de la guerra. Sin embargo, mencionó tensiones debido a las críticas estadounidenses sobre la situación humanitaria en Gaza y los retrasos en el envío de armas clave, como bombas pesadas.
El primer ministro destacó las dificultades de Biden para mantener el apoyo a Israel frente a presiones internas dentro de su partido. Pese a ello, expresó gratitud hacia la administración estadounidense por su respaldo continuo, incluso durante el contraataque de Israel contra Irán en octubre pasado.
Netanyahu también mostró optimismo sobre una cooperación más estrecha con el próximo gobierno estadounidense, liderado por Donald Trump, especialmente en temas como un acuerdo de normalización con Arabia Saudita y la liberación de rehenes en Gaza. Según Netanyahu, esto sería una extensión natural de los Acuerdos de Abraham, impulsados durante la primera administración de Trump.
Postura de Netanyahu sobre Gaza y Hamás
El primer ministro reiteró que no aceptará un cese al fuego permanente en Gaza mientras Hamás permanezca en el poder. Aceptaría solo pausas temporales vinculadas a la liberación de rehenes. Netanyahu afirmó: “No vamos a dejar a Hamás en el poder en Gaza, a 50 kilómetros de Tel Aviv. Eso no va a suceder”.
Hamás, por su parte, insiste en que no aceptará un cese al fuego sin compromisos israelíes para detener la guerra. Aunque informes recientes sugieren que el grupo podría liberar a algunos rehenes en casos humanitarios, la mayoría seguiría en cautiverio hasta que se acuerde un cese definitivo de hostilidades.
Hasta ahora, Israel ha confirmado que 96 de los 251 rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre siguen en Gaza. Esto incluye los cuerpos de al menos 34 personas fallecidas, así como dos civiles israelíes y los restos de dos soldados capturados en 2014.