Durante una visita a la base aérea Ramon, ubicada en el desierto del Néguev, el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que Israel continuará permitiendo la entrada de suministros a Gaza, independientemente del curso que tome la guerra. “Eliminaremos a Hamás”, declaró. Según Netanyahu, esta decisión se enmarca en la necesidad de avanzar en los objetivos militares y en las negociaciones para liberar a los rehenes israelíes.
El jefe de gobierno señaló que, para alcanzar esos fines, Israel mantiene el flujo de ayuda humanitaria básica. “En cualquier camino que elijamos, tendremos que seguir permitiendo la entrada de suministros humanitarios mínimos. Hemos hecho esto hasta ahora”, expresó.
La semana anterior, Netanyahu ordenó aumentar de forma considerable el volumen y los canales de ayuda que ingresan al enclave, en una modificación sustancial de la política adoptada desde marzo. La medida coincidió con acusaciones de que las fuerzas israelíes estarían utilizando el hambre como método de presión sobre la población civil de Gaza.
Netanyahu también formuló acusaciones contra las Naciones Unidas, a las que responsabilizó de difundir información falsa sobre las operaciones israelíes. “Dice que no estamos permitiendo que entren suministros humanitarios. Está permitido. Hay convoyes seguros. Lo ha habido todo el tiempo, pero hoy es oficial. No habrá más excusas”, sostuvo. Reiteró que la ofensiva continuará hasta lograr todos los objetivos militares definidos por el gobierno.