El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha optado por no destituir al ministro de Defensa, Yoav Gallant, al menos por el momento, a pesar de las tensiones surgidas entre ambos por las declaraciones de Gallant sobre la reforma judicial.
Conflicto por declaraciones sobre la reforma judicial
Gallant, del partido Likud, pidió públicamente al gobierno que congelara su plan de reforma judicial, aunque previamente había prometido a Netanyahu no hacerlo. Gallant afirmó que “necesitamos un cambio en el sistema judicial, pero esos cambios se hacen mediante la negociación y el discurso” y agregó que “por el bien de la seguridad de Israel, el proceso legislativo debe detenerse y deben celebrarse negociaciones”.
El primer ministro se mostró especialmente molesto por el momento en que Gallant hizo su declaración, mientras él se encontraba en un viaje de Estado al Reino Unido, y no pudo responder inmediatamente.
La situación de Gallant en el limbo
Aunque Netanyahu anunció el domingo que había decidido reemplazar a Gallant como jefe de seguridad, aún no ha emitido una carta para poner fin a su mandato como ministro de Defensa. Esto deja a Gallant en una situación incierta.
Fuentes cercanas al primer ministro indicaron que “dada la evolución de la situación de seguridad, el primer ministro Netanyahu no tratará el asunto del ministro de Defensa hasta más adelante”.
Impacto en la política y la seguridad
El enfrentamiento entre Netanyahu y Gallant ha generado especulaciones sobre el impacto que podría tener en la política y la seguridad del país. Mientras tanto, las tensiones en la región continúan en aumento, especialmente en relación con los eventos en la Franja de Gaza y las amenazas entre funcionarios israelíes e Irán.
Un futuro incierto
Por el momento, el futuro de Gallant como ministro de Defensa sigue siendo incierto, y la decisión final de Netanyahu dependerá de cómo evolucione la situación en los próximos días o semanas.