La planificación de un posible avance israelí en Rafah será tema de discusión entre funcionarios de Israel y Estados Unidos durante esta semana.
Las conversaciones, de carácter técnico, precederán a la participación de una delegación israelí de alto nivel, probablemente encabezada por el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y Tzachi Hanegbi, jefe del Consejo de Seguridad Nacional, prevista para la siguiente semana.
Según fuentes diplomáticas consultadas por Kan Resht Bet, no se espera que se tomen decisiones sobre Rafah hasta la conclusión de estas negociaciones. Las mismas fuentes sugieren que cualquier operación en Rafah estaría condicionada a un acuerdo sobre los rehenes.
En este contexto, el director del Mossad, David Barnea, y Ronen Bar, director del Shin Bet, se reunieron recientemente con el director de la CIA, Burns, y el primer ministro de Qatar, después de un encuentro previo entre la delegación de Hamás y mediadores. Según una fuente diplomática, “la presión de Estados Unidos es suficiente para llegar a un acuerdo”.
Una fuente adicional que está al tanto del contenido de las reuniones confirmó que la presión estadounidense es significativa para llegar a un acuerdo que sea acordado por ambas partes.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, comunicó la semana pasada al ministro Ron Dermer y a Tzachi Hanegbi, indicando que Estados Unidos no se opondría a una intervención terrestre israelí en Rafah, aunque subrayó la necesidad de cumplir ciertas condiciones humanitarias antes de proceder.
El principal punto de desacuerdo entre ambos países radica en el tiempo necesario para evacuar a un millón de personas de Rafah, debatiéndose entre semanas o meses. Hasta el momento, las autoridades israelíes no han definido una fecha específica para comenzar la evacuación de los civiles en la ciudad sureña.