El presidente Isaac Herzog ha pronunciado esta tarde un discurso en la ceremonia anual de conmemoración en Yad LaShiryon, Latrun, de los militares caídos del Cuerpo Blindado de las FDI, que este año cumple 50 años desde la Guerra de Yom Kippur.
En su discurso abordó los principales acontecimientos regionales y los retos a los que se enfrenta Israel y la sociedad israelí.
El presidente Herzog dijo: “Estos son días desafiantes y difíciles, incluso peligrosos para nosotros como sociedad y como país. Desde el punto de vista social, económico y, lo que es más importante, desde la perspectiva de la seguridad, la crisis interna supone una amenaza. Vemos las fotos y los informes de nuestros enemigos regodeándose y regocijándose, cuando interpretan erróneamente el debate entre nosotros como una desintegración interna, Dios no lo quiera, esto es una señal de advertencia”. Así, por ejemplo, en las palabras del Dr. Maravuch Nazar, un clérigo de alto rango en el mundo árabe y un renombrado y acérrimo odiador de Israel, que fue entrevistado recientemente en un programa titulado: “Un hecho inminente: Israel se acerca a la desintegración”. En su entrevista afirmó que “Israel no llegará a su fin en un abrir y cerrar de ojos… pero hay signos preliminares de ello y son claros: una fractura dentro de la sociedad israelí y disputas internas”.
El presidente prosiguió: “Justo antes de Yom Kippur, y en el momento en que conmemoramos el aniversario de aquella terrible guerra, es hora de hacer examen de conciencia, de aprender lecciones y de hacer gala de responsabilidad nacional. Si no extraemos lecciones de la Guerra de Yom Kippur, si seguimos siendo prisioneros de paradigmas, si seguimos caminando con la cabeza en la arena, si perdemos oportunidades para un hogar pacífico en nuestro interior. Tendremos que pagar un alto precio por ello. La resistencia nacional y la seguridad del Estado están directamente relacionadas con la situación interna israelí. Nuestros cargos electos deben interiorizarlo bien”.
El presidente rindió homenaje a la dedicación y sacrificio del Cuerpo Blindado junto con todos los soldados de las FDI y dijo: “Las lecciones de la Guerra de Yom Kippur son numerosas e importantes, entre ellas la preparación para la guerra. Nunca, nunca, debemos estar desprevenidos. No debemos caer en la arrogancia, la falta de disuasión y la falta de advertencia. Pero una lección igualmente importante es la disposición para la paz, el reconocimiento de las oportunidades, que más tarde aprendimos que pueden cambiar la faz de todo Oriente Medio. Los acuerdos de paz con Egipto y Jordania, y los Acuerdos de Abraham firmados hace unos años, han demostrado que el anhelo israelí de paz es justo, y que el Estado de Israel ha tendido y seguirá tendiendo la mano a todos sus vecinos, tanto cercanos como lejanos”.
El presidente subrayó: “Celebro de todo corazón los importantes acontecimientos relativos a la posibilidad de un acuerdo histórico con el Reino de Arabia Saudí. Arabia Saudí es un país muy importante, y creo que una relación basada en la asociación y la amistad entre nosotros puede ser la base de un cambio histórico en la historia del Estado de Israel y de todo Oriente Próximo. Esta oportunidad depende, por supuesto, de muchos factores, pero espero y creo de todo corazón que se hará realidad”.
Y concluyó: “Quiero deciros -a los héroes de la Guerra de Yom Kippur y a los familiares de los caídos-: entonces, hace años, apenas podíamos imaginar tales acontecimientos. Pero el proceso histórico de la integración del Estado de Israel en Oriente Medio, un proceso que comenzó con el acuerdo de paz con Egipto y se extiende hasta la actual etapa de contactos con Arabia Saudí, ¡se debe a vosotros! Gracias a vuestro heroísmo, gracias a vuestro sacrificio y gracias a la creencia inflexible en la justicia de nuestro camino: en la defensa de nuestra patria y en la búsqueda de la paz. Ahí es donde empezó todo”.