El primer ministro, Naftali Bennett, condena la matanza de civiles en Bucha (Ucrania), pero no culpa a Rusia, ni a nadie, de las atrocidades.
“Estamos conmocionados por las duras imágenes de Bucha, escenas terribles”, dice en una comparecencia en un puesto del ejército en Cisjordania, tras ser preguntado por lo que Ucrania y otros han calificado de crimen de guerra.
“Los condenamos con toda la fuerza”, dice.
Añade que hay un “enorme sufrimiento” en Ucrania y señala que Israel creó un hospital de campaña en el oeste de Ucrania, del que “todos los israelíes deberían estar orgullosos”.