Casi dos décadas después de que el primer gobierno de Netanyahu abandonara los planes para extender las fronteras municipales de Jerusalén para incluir pueblos judíos en Judea y Samaria, una propuesta similar se dirige a una votación crítica que podría asegurar su aprobación durante la sesión de invierno de la Knesset.
Conocida como la ley de la «Gran Jerusalén», el proyecto de ley anexaría varias ciudades, incluidas algunas de las comunidades judías más grandes de Judea y Samaria, a la ciudad de Jerusalén, fortaleciendo la mayoría judía de la capital y allanando el camino para la extensión de la soberanía israelí sobre partes de Judea y Samaria.
Propuesto por el ministro de Transporte e Inteligencia, Yisrael Katz (Likud), el proyecto de ley de la Gran Jerusalén será sometida a voto el domingo por el Comité Ministerial de Legislación, un panel de líderes del partido de la coalición que determina qué proyectos ganan el apoyo de la coalición. La adopción por parte del comité obliga a todos los miembros de la coalición a apoyar el proyecto de ley, garantizando esencialmente su aprobación por parte de la Knesset.
«Este próximo domingo participaré en la historia judía», escribió Katz en Facebook el miércoles.
«El ‘proyecto de ley de la Gran Jerusalén’, que inicié, se someterá a votación en el Comité Ministerial de Legislación», escribió.
De aprobarse, la ley expandiría las fronteras municipales de Jerusalén para incluir la ciudad de Maale Adumim al este, que actualmente alberga a casi 38,000 israelíes. Además, la ciudad de Givat Zeev al noroeste, la ciudad de Beitar Illit al sur, la ciudad de Efrat y otras comunidades en Gush Etzion se incorporarían a Jerusalén.
Según Katz, el plan agregaría unos 150,000 judíos a la ciudad, aumentando la población total a más de un millón.
En la actualidad, Jerusalén alberga a casi 900,000 personas, incluyendo 540,000 judíos y 330,000 árabes. La expansión de los límites de la ciudad aumentaría la población judía a 670,000, cambiando el balance demográfico de 61.1% judíos y 37.3% árabes a 67% judíos y 32% árabes.
Si bien las ciudades en cuestión se incorporarán a la ciudad de Jerusalén, conservarán cierto grado de «autonomía municipal» según el texto del proyecto de ley, que las define como «submunicipios» de la capital. El acuerdo propuesto es similar en algunos aspectos a la jurisdicción unificada ciudad-condado que se encuentra en algunas áreas metropolitanas estadounidenses como Louisville, Kentucky y Nashville, Tennessee.
«Los poblados unidos a Jerusalén mantendrán cierta autonomía municipal, ya que serán considerados submunicipios de Jerusalén», dice el proyecto de ley.