La diputada Kathrin Shitrit, del Likud, analizó la crisis política desatada por el Proyecto de Ley en una entrevista con Arutz Sheva-Israel National News.
“Forzar elecciones ahora sería un error grave”, afirmó Shitrit, alertando que esta decisión pondría en riesgo las negociaciones para liberar a los rehenes. “Hamás no dialogará con nosotros; simplemente dirán: ‘Esperaremos al próximo gobierno, que nos concederá más’”.
Sobre las discusiones con los partidos haredíes respecto al Proyecto de Ley, Shitrit señaló: “Existen propuestas y esfuerzos para encontrar una solución. Las posiciones sobre el reclutamiento y las sanciones a los haredíes se han radicalizado, tanto en el Likud como en el Partido Sionista Religioso. Quienes promovieron estas medidas llevaron a la Knéset al borde de la disolución”.
La diputada subrayó la necesidad de compartir la carga del servicio militar, pero destacó un aspecto clave: “Estamos obligados a distribuir esa responsabilidad. Sin embargo, para lograrlo, debemos entender que los rabinos priorizan un principio: un soldado haredí debe entrar al ejército y salir manteniendo su identidad judía haredí. Esto exige preparativos cuidadosos para generar confianza”.