Israel no detendrá su ofensiva en Gaza sin una victoria total y el regreso de todos los rehenes, según advirtió el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, tras el rechazo de Hamás a un acuerdo de alto el fuego. En su cuenta de X, propuso ocupar completamente la Franja, eliminar a Hamás y aplicar el plan de Donald Trump para trasladar a los gazatíes a otro país. Calificó de urgente la necesidad de intensificar los combates y “abrir las puertas del infierno” al grupo terrorista.
Desde fuera de Gaza, Khalil al-Hayya, líder de Hamás en el enclave, afirmó que la propuesta recibida no garantiza el fin de la guerra ni la retirada de las FDI. Rechazó los términos ofrecidos y acusó a Israel de retractarse del acuerdo alcanzado en enero, imponiendo condiciones que calificó como inaceptables. Además, instó a los mediadores a contactar directamente con Hamás para resolver una crisis que, según él, fue provocada por Israel.
Hamás manifestó disposición a negociar un intercambio total de rehenes por terroristas palestinos presos si se garantiza el fin de la guerra. Desde octubre de 2023, los diálogos entre ambas partes han sido intermitentes. En noviembre, se logró un acuerdo que permitió liberar a 105 rehenes a cambio de más de 200 prisioneros. Otro pacto, firmado en enero de 2025, quedó interrumpido por desacuerdos sobre su implementación.
Hasta abril, ocho rehenes han sido rescatados vivos por las FDI y se han recuperado los cuerpos de 34. La cifra estimada de personas aún cautivas asciende a 120, aunque muchas podrían estar muertas. Israel asegura que Hamás ha ejecutado rehenes, incluidos extranjeros, en represalia por ataques militares.
El acuerdo de enero, anunciado por Qatar, Estados Unidos y Egipto, incluía tres fases: la primera preveía la liberación de 33 rehenes y una retirada parcial del ejército israelí, además de permitir la entrada de ayuda humanitaria; la segunda ampliaría la liberación a soldados y más prisioneros; la tercera aspiraba a un alto el fuego definitivo y a la reconstrucción de Gaza. Israel responsabilizó a Hamás de modificar el acuerdo y causar retrasos, pero el grupo negó las acusaciones y ratificó su compromiso con el plan.
Al-Hayya reiteró que no aceptarán liberaciones parciales y exigió un cese total del fuego como condición para entregar a los rehenes restantes. Esta postura busca presionar a Israel y ganar respaldo en la región. Netanyahu, por su parte, enfrenta tensiones internas: mientras la población exige recuperar a los secuestrados, su coalición —incluidos Smotrich y Ben-Gvir— se opone a ceder poder a Hamás.
Smotrich advirtió que renunciará si no se retoman las operaciones militares después de la primera fase del acuerdo, y exigió la destrucción completa del grupo islamista. El plan de Trump que defiende prevé desplazar a los gazatíes a Egipto o Jordania, negándoles el derecho de retorno, una propuesta que Hamás considera inviable.
Las negociaciones colapsaron en febrero tras la suspensión de la segunda fase por parte de Egipto y Qatar, quienes exigieron claridad a Estados Unidos. Mientras tanto, Israel continúa bloqueando la entrada de ayuda a Gaza, medida que Smotrich justificó como presión para recuperar a los rehenes.
la guerra, desatado el 7 de octubre de 2023 con un ataque de Hamás que dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados, ha causado más de 46.000 muertes en Gaza, según las autoridades sanitarias locales. En marzo, Israel reanudó los bombardeos tras acusar a Hamás de preparar ataques, lo que dejó 400 muertos en un solo día. Desde entonces, las conversaciones se mantienen en tensión: Israel exige la desmilitarización total de Gaza, mientras Hamás insiste en poner fin a la ofensiva.