El Tribunal Superior de Justicia dictaminó el lunes que el gobierno debe responder a una petición que exige que cualquier acuerdo sobre la frontera marítima con Líbano se someta a una votación completa en la Knesset.
La petición, presentada por la organización derechista Lavi para los derechos de los ciudadanos, argumenta que, dado que el actual gobierno está en funciones de forma interina, tras la disolución de la Knesset en junio, el acuerdo debe ser aprobado por el parlamento.
La petición exige que el gobierno se abstenga de seguir negociando, directa o indirectamente, con el gobierno libanés y que no firme el acuerdo sin la aprobación de la Knesset.
El tribunal dijo que el gobierno tiene hasta el 27 de octubre -cuatro días antes de las elecciones generales- para responder a la petición, cuando los jueces celebrarán un debate sobre el acuerdo.
Estados Unidos presentó este fin de semana a los gobiernos israelí y libanés la propuesta de acuerdo para resolver el prolongado conflicto de la frontera marítima. Las negociaciones llevan años en marcha y, al parecer, la versión final del acuerdo está próxima a firmarse.
Aunque no se han hecho públicos todos los detalles del acuerdo, tanto en Jerusalén como en Beirut se acogió positivamente, e incluso el grupo terrorista Hezbolá pareció abandonar su anterior y vehemente oposición al acuerdo.
Según una ley aprobada en 2014, cualquier plan de cesión de territorio dentro de las fronteras del Estado de Israel debe ser aprobado por la Knesset con una mayoría de 61 votos, y luego por el público en un referéndum, o aprobado por el órgano legislativo por una supermayoría de 80 votos.
La fiscal general Gali Baharav-Miara aún no se ha pronunciado al respecto.
El primer ministro, Yair Lapid, ha insistido en que el acuerdo es legal, ya que sólo afecta al territorio de la esfera económica de Israel, no a las aguas territoriales, y por tanto no requiere la aprobación de la Knesset ni un referéndum nacional.
Sin embargo, el líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, ha tachado el acuerdo de “ilegal” y acusó el lunes a Lapid de renunciar a “territorio soberano de Israel”, prometiendo que una posible futura coalición liderada por él “no estará obligada a ello”.
Anteriormente, Lapid acusó al ex primer ministro de discutir el asunto “sin ver el acuerdo y sin saber lo que contiene”.
También acusó a Netanyahu de descargar sus frustraciones “por no haber alcanzado un acuerdo durante sus 10 años de mandato” compartiendo propaganda del jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah.
Un alto funcionario argumentó el domingo que los “intereses de seguridad de Israel están anclados en el acuerdo”, al tiempo que sirven a los intereses económicos de los libaneses.