Según un informe publicado el jueves por el New York Times, funcionarios estadounidenses han señalado que Israel ha alcanzado sus objetivos militares posibles en Gaza, pero que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no podrían erradicar por completo al grupo terrorista Hamás.
Este análisis, basado en testimonios de actuales y antiguos funcionarios tanto estadounidenses como israelíes, subraya que un acuerdo, y no la presión militar, sería la clave para liberar a los 115 cautivos restantes en Gaza, secuestrados el pasado 7 de octubre.
El informe también destaca que, a pesar de las limitaciones mencionadas, la ofensiva israelí en Gaza ha superado las expectativas iniciales de Estados Unidos, logrando avances significativos contra Hamás. El general Joseph L. Votel, ex jefe del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), declaró al Times que Israel ha debilitado considerablemente a Hamás, eliminando a varios de sus líderes y reduciendo la amenaza que el grupo representaba para Israel antes de octubre. Sin embargo, advirtió que Hamás aún no ha sido completamente eliminado.
En respuesta al Times, las FDI reafirmaron su compromiso de cumplir con los objetivos de la guerra, que incluyen desmantelar a Hamás y asegurar el regreso de los rehenes, indicando que seguirán operando con determinación para lograrlo.
Este informe coincide con la visita del director de la CIA, William Burns, a Qatar el jueves, donde se espera que reanude las negociaciones sobre rehenes a cambio de un alto el fuego. Amos Hochstein, asesor especial de la Casa Blanca para Oriente Medio, comentó en Beirut que un acuerdo podría evitar una guerra más amplia. Se anticipa que ambos funcionarios transmitan el mensaje de que Israel no puede hacer más contra Hamás en el plano militar.
Mientras tanto, se ha informado que Irán y su aliado libanés, Hezbolá, están a la espera del resultado de estas negociaciones antes de tomar represalias por los recientes asesinatos de líderes terroristas en Beirut y Teherán. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, también apoya la idea de un acuerdo como la mejor opción para Israel, según el Times, compartiendo esta evaluación con el ministro de Defensa israelí.
El artículo del Times señala que la estrategia de Israel en Gaza ha sido descrita por analistas como un juego de “golpea al topo”, debido a la dificultad de eliminar por completo a Hamás, que ha adoptado una estrategia de supervivencia desde el inicio de la guerra. Según Dana Stroul, exfuncionaria del Pentágono, Hamás considera la mera supervivencia como una victoria y continuará reorganizándose, incluso después de que las FDI aseguren zonas que antes estaban bajo control terrorista.
Este enfoque refleja un desacuerdo de larga data entre los ejércitos de Estados Unidos e Israel sobre cómo lidiar con Hamás. Las FDI prefieren atacar a los grupos resurgentes mediante incursiones precisas, en lugar de intentar mantener y ocupar grandes áreas de la Franja de Gaza.
Hamás ha instruido a sus agentes para esconderse en una extensa red de túneles subterráneos o mezclarse con civiles para evitar ataques. La capacidad del grupo para reagruparse ha obligado a las FDI a regresar a regiones que se consideraban liberadas de presencia terrorista. Un ejemplo de esto ocurrió el viernes, cuando las FDI lanzaron una nueva ofensiva en Jan Yunis, en el sur de Gaza, debido a la reaparición de combatientes terroristas en la zona, un mes después de la última retirada militar.
A pesar de los logros militares, la completa erradicación de Hamás sigue siendo una tarea incierta. Ralph Goff, ex alto funcionario de la CIA en Medio Oriente, afirmó al Times que, aunque Hamás ha sido considerablemente debilitado, su total eliminación es improbable. Por otro lado, Yaakov Amidror, ex asesor de seguridad nacional israelí y mayor general de las FDI, argumentó que Israel aún tiene avances por hacer en Gaza y que el ejército necesita al menos dos o tres meses más para consolidar su control antes de pasar a operaciones basadas en inteligencia a largo plazo.
Hasta mayo, Israel ha informado de la muerte de unos 15,000 combatientes en Gaza y aproximadamente 1,000 terroristas dentro de Israel durante la masacre del 7 de octubre. Además, Israel asegura haber eliminado a casi la mitad de los líderes de las Brigadas Al-Qassam, el brazo militar de Hamás, incluyendo a Muhammad Deif, considerado el principal arquitecto del ataque del 7 de octubre, que desencadenó la guerra en Gaza.