El lunes, el ejército israelí anunció nuevas limitaciones a los soldados en medio del aumento de casos de coronavirus, ya que buscaba limitar la propagación del contagio entre las tropas.
Se ha dicho a los soldados que sirven en las bases que se preparen para la posibilidad de que se les exija permanecer allí durante un mes consecutivo; se prohibirá a los soldados con licencia asistir a clubes, bares, cines y otros lugares de reunión masiva y se les instruirá para que minimicen su estancia en espacios públicos cerrados; además, las reuniones se limitarán a 10 participantes, mientras que las conferencias se limitarán a 50 en espacios cerrados y 100 en espacios abiertos. Actualmente, los soldados tienen prohibido viajar en los trenes.
Los militares también están volviendo a un sistema de «cápsulas», en el que se procurará mantener a los soldados en turnos de servicio con el mismo personal, para limitar la exposición a múltiples personas.
Las unidades recordarán regularmente a los soldados la necesidad de mantener las prácticas de higiene y distanciamiento, y formarán equipos de supervisión para garantizar que se mantengan dichas prácticas.
El lunes, el portavoz de las FDI, el general de brigada Hidai Zilberman, informó a los periodistas que actualmente hay 69 casos de coronavirus activos en el ejército, todos ellos leves. Mientras tanto 3 170 soldados están en cuarentena por temor a una posible exposición al virus.
Zilberman enfatizó que la pandemia no ha afectado la preparación operacional de los militares. Tres generales militares que estaban en cuarentena volverán al servicio activo el lunes por la noche.
Israel ha visto un aumento constante de las tasas de infección en las últimas semanas después de que el país reabriera en gran medida el cierre. El Ministerio de Salud anunció el lunes por la mañana que hubo 183 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, lo que eleva el total a 20 869. Una nueva fatalidad llevó el número de muertes a 307.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, advirtió el domingo que Israel podría ser empujado a un nuevo cierre por coronavirus, citando «graves predicciones».
Y durante la reunión del lunes del «gabinete de coronavirus» encargado de liderar la respuesta del gobierno al brote de virus, los ministros instruyeron al sistema de salud a prepararse para que los hospitales de todo el país acepten a otros 2 mil pacientes con COVID-19 que necesiten ventiladores.
Los ministros también decidieron aumentar la multa por no usar mascarilla en público, de 200 NIS (58 dólares) a 500 NIS (145 dólares).
Netanyahu mencionó que el gobierno sopesará dramáticamente el aumento de la aplicación de las reglas de distanciamiento social, así como la aprobación de los cierres locales en las zonas de brotes y las limitaciones en las reuniones públicas.