Las FDI entraron el miércoles por la mañana en el campo de refugiados de Jenín, en el norte de Judea y Samaria, por segunda vez esta semana, tras un paréntesis de casi dos meses.
Las fuerzas de seguridad rodearon la casa de un sospechoso de terrorismo y lograron detenerlo sin que opusiera resistencia.
A las 10 de la mañana, las fuerzas de las FDI ya estaban empezando a abandonar la zona.
Aunque el sospechoso en concreto no se resistió a la detención, se siguieron produciendo tiroteos entre las FDI y otras personas en el campo de refugiados de Jenín mientras las FDI entraban y mientras iniciaban su proceso de salida.
Según informes palestinos, el sospechoso detenido era Muhammad Nangia, de las Brigadas al-Aqsa, aunque las FDI aún no habían confirmado esta identidad.
Segunda incursión en Jenín
El lunes, las FDI entraron en el campo de refugiados de Jenín por primera vez desde la operación masiva que llevaron a cabo allí los días 3 y 4 de julio.
La operación no se planeó con mucha antelación y no se llevó a cabo durante la noche, como la mayoría de las incursiones, porque la información específica que condujo a la operación no se conoció hasta poco antes de la misma.
Fueron detenidos tres palestinos afiliados a Hamás, identificados por las fuerzas de seguridad como: Abdallah Hassan Muhammad Zubah, Vered Asherif y Mutazben Jaitza.
Atrapar a Zubah fue en realidad una gran sorpresa, ya que había estado detrás de gran parte de los intentos de los últimos meses de lanzar cohetes contra israelíes desde Judea y Samaria para abrir un nuevo frente y una nueva amenaza desde Judea y Samaria.
Capturarlo también se consideró un gran golpe para Israel, ya que estaba detrás del atentado de Mevo Dotan y de muchos otros ataques y captación de fondos terroristas, así como porque las fuerzas de seguridad habían intentado muchas veces, sin éxito, capturarlo antes.
En total, durante la operación de julio, una combinación de aviones no tripulados de las FDI destruyó 20 objetivos, mientras que los comandos de las FDI, Maglan, paracaidistas, infantería regular Menashe y fuerzas del Shin Bet neutralizaron otros objetivos diversos, incluido un escondite oculto de un gran alijo de armas bajo una mezquita.
Según las estimaciones previas a la operación, había 150 sospechosos buscados específicamente en Jenín y un total estimado de 300 combatientes potenciales de una población de 49.000 habitantes.
De ellos, unos 120 fueron detenidos, aunque no todos eran sospechosos y algunos fueron puestos en libertad.
Las FDI seguían sin tener una idea completa de adónde habían escapado muchos de los que figuraban en la lista de 300 personas.