Más de 20 miembros de Hezbolá, incluido su líder Hassan Nasrallah, murieron en un ataque aéreo israelí en Beirut el pasado viernes, según informó el ejército israelí (FDI).
El ataque tuvo lugar en una sede oculta de Hezbolá, ubicada en el suburbio Dahiyeh de Beirut. Entre los muertos se encuentran figuras clave del grupo, como Ali Karaki, comandante del Frente Sur de Hezbolá; Ibrahim Hussein Jazini, jefe de la seguridad personal de Nasrallah; Samir Tawfiq Deeb, asesor cercano del líder; Abd al-Amir Muhammad Sablini, responsable del aumento de las fuerzas de Hezbolá; y Ali Nayef Ayoub, encargado del poder de fuego de la organización.
Las FDI señalaron que tanto Jazini como Deeb eran personas muy cercanas a Nasrallah y destacaron que ambos “eran una fuente clave de información sobre el funcionamiento actual de la organización terrorista Hezbolá y de Nasrallah en particular”.
El ataque ocurrió mientras los comandantes de Hezbolá y Nasrallah estaban reunidos en su principal centro de comando subterráneo en la capital libanesa. Según las FDI, el lugar estaba estratégicamente ubicado bajo edificios residenciales y en las proximidades de una escuela gestionada por las Naciones Unidas.