Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) consideran que Hamás ha sido derrotado en gran medida a nivel militar en la Franja de Gaza, reduciéndose ahora a un grupo terrorista de guerrilla cuyo desmantelamiento tomará más tiempo. Según las FDI, Hamás ha perdido parte de su estructura de comando, armamento, lanzacohetes y efectivos, de los cuales al menos la mitad han sido eliminados desde el 7 de octubre.
Aunque el objetivo principal de Israel en el sur es desmantelar a Hamás, se ha dado prioridad a la liberación de los rehenes capturados. “Si esperamos, no es seguro que haya alguien que regrese”, señalan fuentes militares israelíes.
Previo a los ataques del 7 de octubre, Hamás contaba con aproximadamente 30.000 combatientes en la Franja de Gaza, divididos en cinco brigadas regionales, 24 batallones y alrededor de 140 compañías. Cada brigada tenía a su disposición misiles antitanque, francotiradores, ingenieros, defensas aéreas y sistemas de lanzamiento de cohetes, además de contar con puestos de avanzada y bastiones en sus respectivas zonas, según informes de las FDI. A lo largo de la guerra, estas unidades han sido desmanteladas sistemáticamente por las fuerzas israelíes.
La guerra actual se desató el 7 de octubre, cuando terroristas de Hamás atacaron comunidades en el sur de Israel, asesinando a alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a 251 rehenes que fueron llevados a Gaza. La respuesta israelí, con operaciones militares extendidas por más de 11 meses, ha tenido como objetivo eliminar a Hamás y recuperar a los rehenes. En los últimos días, la atención militar se ha centrado también en el norte, dirigiéndose hacia el Líbano con una ofensiva sostenida contra las capacidades misilísticas de Hezbolá.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, estima que más de 41.000 personas han muerto o se presume que han muerto durante los combates en la Franja, aunque estos datos no han sido verificados y no diferencian entre civiles y combatientes. Por su parte, Israel sostiene que ha eliminado a unos 17.000 combatientes de Hamás y a otros 1.000 terroristas que ingresaron a Israel durante el ataque del 7 de octubre.
Israel recalca que su intención es minimizar las bajas civiles, pero acusa a Hamás de utilizar a la población de Gaza como escudos humanos, combatiendo desde zonas civiles como viviendas, hospitales, escuelas y mezquitas. En cuanto al balance israelí de la ofensiva terrestre en Gaza y operaciones a lo largo de la frontera, las bajas ascienden a 348.