Desde el inicio de su ofensiva aérea en el Líbano ayer por la mañana, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han destruido alrededor de 400 lanzacohetes de mediano alcance, 70 depósitos de armas y cerca de 80 drones y misiles de crucero pertenecientes a Hezbolá, según informaron fuentes del ejército israelí.
Los ataques forman parte de una operación en la que las FDI han alcanzado más de 1.500 objetivos de Hezbolá distribuidos en unas 200 zonas diferentes del Líbano. La mayoría de los bombardeos se han dirigido a viviendas que el grupo terrorista utilizaba como almacenes de municiones.
Para llevar a cabo esta ofensiva, más de 250 aviones de combate participaron en los ataques, lanzando un total aproximado de 2.000 municiones sobre objetivos estratégicos de Hezbolá.
El ejército israelí ha subrayado su intención de continuar con los ataques para destruir las capacidades de Hezbolá y “cambiar la realidad de seguridad en el norte” del país, reafirmando su compromiso de mantener la presión militar sobre el grupo terrorista.