Durante la noche, aviones israelíes atacaron varios cruces fronterizos y rutas terrestres entre Siria y Líbano. Según el ejército, eran utilizados para transferir armas a Hezbolá.
Entre los objetivos se incluyó el cruce de Arida, que conecta el norte del Líbano con Siria, además de varias rutas en al-Qusayr.
Tras los ataques, la agencia estatal siria confirmó que el cruce de Arida quedó fuera de servicio.
El ejército israelí indicó que estas operaciones forman parte de una ofensiva contra la Unidad 4400 de Hezbolá, encargada de transportar armas desde Irán al Líbano a través de sus aliados.
Estos bombardeos ocurrieron poco después de una débil tregua entre Israel y Hezbolá. Las Fuerzas de Defensa de Israel reiteraron que, pese a la tregua, continuarán atacando cargamentos de armas destinados al grupo respaldado por Irán, sin importar su ubicación en Líbano o Siria.