El general de división Ori Gordin concluyó su mandato de tres años como jefe del Comando Norte y transfirió las responsabilidades de la unidad al general de división Rafi Milo, quien se desempeñó previamente como comandante del Comando del Frente Nacional. Gordin, en su discurso durante la ceremonia de entrega, afirmó que “durante muchos años, permitimos que la amenaza de una organización terrorista creciera y se atrincherara en nuestra frontera norte”.
Según Gordin, este hecho representa “un error operativo y estratégico, mío y de mis predecesores”, el cual no debe volver a ocurrir. El general también señaló que este error y el alto riesgo para los residentes provocaron que “el Estado de Israel evacuara a decenas de miles de residentes de sus hogares para su protección”.
Gordin añadió que, una vez eliminada esta seria amenaza de Hezbolá, “se nos ordena asegurarnos de que ninguna otra amenaza crezca en su lugar”. El excomandante del Comando Norte indicó que la misión de los militares consiste en “mantener la buena situación de seguridad en el norte y frustrar cualquier amenaza que intente formarse desde el norte o el este”.
Por su parte, Milo describió la “realidad de seguridad” de Israel en la región norte del país como “frágil”. “Estamos obligados a continuar, preservar y profundizar los logros de la guerra, a dar forma a una realidad de seguridad más segura y mejorada, a mantener la libertad de acción y a completar el regreso de todos los residentes del norte a sus hogares en condiciones de seguridad”, declaró el nuevo jefe de la unidad.