El ejército israelí informó el sábado sobre varias incursiones en el sur de Siria durante la última semana y divulgó imágenes de sus operaciones. Durante estas misiones, las tropas capturaron y destruyeron un arsenal compuesto por rifles, municiones, cohetes y otros equipos militares.
Reportes de medios sirios indicaron que las fuerzas israelíes operaban en las cercanías de Tel al-Mal, en la gobernación de Daraa, donde se ubicaba un antiguo puesto militar del régimen sirio. Este punto estratégico se encuentra a unos 13 kilómetros de la frontera con Israel, fuera de la zona de amortiguamiento tomada por Israel tras la caída de Bashar al-Assad.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han señalado que su presencia en el sur de Siria es temporal y de carácter defensivo. Sin embargo, el ministro de Defensa, Israel Katz, aseguró que las tropas permanecerán en nueve posiciones militares de la región de manera indefinida.
El primer ministro Benjamin Netanyahu subrayó el mes pasado la necesidad de desmilitarizar completamente el sur de Siria, dejando claro que Israel no tolerará la presencia de fuerzas del nuevo gobierno islamista sirio en sus inmediaciones.
A lo largo de la semana, las FDI ejecutaron un bombardeo en el noroeste de Siria contra una instalación militar en Qardaha, al este de Latakia, donde se almacenaban armas del antiguo régimen sirio. Además, a finales del mes pasado, Israel llevó a cabo ataques aéreos contra objetivos militares en el sur del país.
Antes de la caída de Assad, Israel ya había realizado cientos de ataques en territorio sirio, dirigiéndose principalmente contra posiciones gubernamentales y objetivos iraníes. El día en que Assad fue derrocado, Israel anunció la entrada de sus tropas en la zona de amortiguamiento patrullada por la ONU en los Altos del Golán.
En respuesta a las recientes acciones israelíes, los participantes de la conferencia de diálogo nacional de Siria condenaron las declaraciones de Netanyahu y exigieron a la comunidad internacional que presione a Israel para detener cualquier agresión. Denunciaron la incursión militar en territorio sirio como una violación de la soberanía nacional.
Líderes israelíes han reiterado su advertencia al gobierno sirio de que no ataque a los drusos en el suroeste de Siria y han insistido en la necesidad de proteger tanto a esta comunidad como a los kurdos sirios. Mientras tanto, fuerzas de seguridad sirias se desplegaron el sábado en la costa mediterránea, donde el gobierno y sus aliados han sido acusados de masacrar a más de 740 civiles de la minoría alauita en los últimos días.
Residentes de la zona continúan denunciando asesinatos de civiles tras los violentos enfrentamientos del jueves entre las nuevas autoridades sirias y hombres armados leales al derrocado Assad, quien pertenece a la minoría alauita. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó que 745 civiles de esta comunidad fueron ejecutados en Latakia y otras regiones costeras por fuerzas de seguridad y milicias progubernamentales, que además saquearon viviendas y propiedades.
El OSDH, con sede en Gran Bretaña y cuestionado por la falta de transparencia en su financiación, ha sido acusado en el pasado de inflar las cifras de bajas del régimen. Sin embargo, sus reportes indican que las ejecuciones fueron perpetradas directamente por las fuerzas sirias o sus aliados en el terreno.