En una nueva evaluación militar citada por el Canal 12 de noticias el sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel creen que hay una “posibilidad razonable” de una confrontación con el grupo terrorista libanés Hezbolá, ya que las tensiones aumentan en medio de las conversaciones mediadas por Estados Unidos sobre una disputa marítima.
La disputa, que implica reivindicaciones contrapuestas sobre yacimientos de gas en alta mar, se intensificó en junio después de que Israel desplazara un buque de producción cerca del yacimiento marítimo de Karish, reclamado en parte por su vecino del norte.
El viernes, el mediador estadounidense Amos Hochstein señaló los avances en las conversaciones indirectas entre Líbano e Israel, pero dijo que era necesario seguir trabajando para llegar a un acuerdo definitivo. Mientras tanto, Hezbolá, respaldado por Irán, ha amenazado las instalaciones de extracción de gas, lo que ha llevado a las FDI a aumentar las defensas y la actividad en la zona.
Según el documento citado por el Canal 12, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, podría entrar en guerra con Israel para recuperar popularidad en el Líbano.
La cadena dijo que el informe había sido elaborado por el Mando Norte de las FDI, pero no publicó el documento real, sino que se limitó a señalar algunas partes del mismo.
Los corresponsales militares en lengua hebrea son informados regularmente de forma extraoficial por altos funcionarios israelíes, que les exigen que no revelen el origen de la información que publican.
Según el Canal 12, el documento de las FDI dijo que Hezbolá se ha vuelto “codicioso y corrupto” y “está perdiendo apoyo y es objeto de duras críticas en el Líbano”.
También señalaba que la dirección de Hezbolá está “perdiendo el control sobre los operativos militares en el terreno”.
En cuanto al propio Nasrallah, el documento decía que tras el asesinato en 2020 de Qassem Soleimani, el jefe de la Fuerza Quds de Irán, “Nasrallah está aislado. La alianza Irán-Hezbolá-Siria se ha visto sacudida”.
Afirmó que Nasrallah “con sus amenazas intenta atribuirse el logro de llevar el gas” a Líbano y es posible que intente ir a la guerra para salir de sus dificultades internas.
Hezbolá e Israel libraron una guerra por última vez en 2006. Beirut y Jerusalén no tienen relaciones diplomáticas y están separados por la línea de alto el fuego patrullada por la ONU.
En junio, las Fuerzas de Defensa de Israel realizaron un importante ejercicio militar en Chipre, simulando una ofensiva terrestre en el interior del Líbano en una posible guerra contra el grupo respaldado por Irán.
Hezbolá ha sido durante mucho tiempo el adversario más importante de las FDI en las fronteras de Israel, con un arsenal estimado de casi 150.000 cohetes y misiles que pueden llegar a cualquier lugar de Israel.