Las fuerzas israelíes han intensificado su incursión en el norte de Gaza, alcanzando el extremo norte de la ciudad con sus tanques, según informan residentes locales. Estas tropas han comenzado a atacar varios distritos del barrio de Sheikh Radwan, lo que ha obligado a numerosas familias a abandonar sus hogares.
De acuerdo con los residentes, las fuerzas de Israel han logrado aislar de manera efectiva las ciudades de Beit Hanoun, Jabalia y Beit Lahiya, situadas en el extremo norte del enclave, separándolas de la ciudad de Gaza. El acceso entre ambas áreas ha sido bloqueado, salvo para aquellas familias que obtienen el permiso para abandonar las tres ciudades en respuesta a las órdenes de evacuación emitidas por las fuerzas israelíes.
Recientemente, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una nueva ofensiva terrestre en el norte de Gaza con el objetivo de evitar que Hamás se reorganice. Israel estima que, a pesar de los constantes llamamientos a la evacuación, decenas de miles de palestinos han permanecido en el norte de Gaza durante el último año de enfrentamientos. Según sus cálculos, entre los que han permanecido se encuentran miles de agentes de Hamás que lograron sobrevivir a anteriores combates con las tropas israelíes.
Con este objetivo, el ejército israelí emitió durante el fin de semana nuevas órdenes de evacuación para dos barrios en el extremo norte de la ciudad de Gaza, declarando la zona como una “zona de combate peligrosa”. Las autoridades israelíes instaron a los residentes a evacuar sus hogares y trasladarse hacia áreas más seguras ubicadas en el sur del enclave.
Sin embargo, el Ministerio del Interior dirigido por Hamás ha ordenado a los civiles ignorar estas indicaciones y permanecer en el norte, o evitar dirigirse al sur de la Franja, alegando que en esas áreas se producen “bombardeos y asesinatos continuos” por parte de Israel, a pesar de que son presentadas como zonas seguras.
Las FDI han acusado a Hamás durante años de utilizar a civiles como escudos humanos, infiltrando a sus agentes entre la población para protegerse durante los combates con Israel, una táctica que consideran busca evitar que haya víctimas civiles en medio de los enfrentamientos.