Por alguna razón desconocida, las FDI pospusieron la lucha contra Shejaiya, uno de los batallones más fuertes de Hamás, cuyos terroristas llevaron a cabo la masacre en los kibutzim que sufrieron graves ataques el 7 de octubre, y en la que la organización terrorista invirtió considerables recursos y fondos para defenderse de los ataques israelíes, para la segunda parte de los combates, tras la tregua parcial.
Esta situación contrasta con lo sucedido en la Operación Margen Protector, cuando en el primer día de la maniobra terrestre, la Brigada Golani entró en combate con el batallón. Ese día, siete combatientes Golani perdieron la vida en un vehículo blindado de transporte de personal y el soldado Oron Shaul fue secuestrado.
En esta ocasión, la operación contra Shejaiya involucró una intensa cortina de fuego durante 12 días de combate. Se llevaron a cabo ataques aéreos y terrestres que devastaron la infraestructura terrorista que el batallón había construido durante casi dos décadas. Además, se ejecutó una extensa operación de desminado y desactivación de artefactos explosivos improvisados, que incluyó la demolición de edificios que representaban una amenaza para las fuerzas israelíes.
Solo después de estas fases iniciales, los tanques Merkava y los vehículos blindados de transporte de personal Tiger entraron en acción, seguidos más tarde por la artillería, que disparó proyectiles directamente contra las casas utilizadas por los terroristas.
Los combates en la primera fase resultaron extremadamente complejos. Los terroristas que sobrevivieron a los asaltos de los dos primeros días se replegaron y se atrincheraron en el densamente poblado barrio. En casi una de cada tres casas, establecieron puestos de observación, ubicaron francotiradores, lanzagranadas, misiles antitanque, salas de operaciones, depósitos de armas y equipos militares, e incluso excavaron túneles subterráneos.
A pesar de que las FDI estimaron a mediados de semana que nuestras fuerzas solo necesitarían unos pocos días más de combate en la zona, esta mañana aún se están librando intensos enfrentamientos. La mayor parte de los combates se concentran en las zonas densamente pobladas del batallón, como la Kasbah.
Estos enfrentamientos se basan en información proporcionada por la Inteligencia Militar y el Shin Bet, que señala estructuras sospechosas, pozos y túneles, instalaciones militares, así como señales que podrían indicar la presencia de personas secuestradas en la zona.
Los comandantes en el terreno expresan constantemente: “El deseo de todos es encontrar a los secuestrados y traerlos sanos y salvos a Israel”. Esto provocó una gran frustración en las FDI después del trágico incidente ocurrido ayer, en el que tres secuestrados fueron tiroteados y asesinados después de ser identificados como terroristas.
El incidente ocurrió alrededor de las 10 de la mañana, cuando una unidad de las FDI avistó a tres individuos sospechosos que se aproximaban corriendo hacia ellos. De manera lamentable, tras una identificación errónea como terroristas, la unidad abrió fuego y los tres fueron asesinados.
Inmediatamente después del tiroteo, surgieron dudas sobre la identidad de una de cuerpos, sugiriendo que podría ser un ciudadano israelí, posiblemente identificado por tatuajes en su cuerpo. Como resultado, se decidió llevar a cabo una exhaustiva investigación. Los cuerpos de los tres fueron trasladados a Israel para su examen forense, y posteriormente se confirmaron las identidades de los otros dos secuestrados como Samer Tlalka y Alon Shamriz.
La información sobre este trágico suceso se transmitió rápidamente al comandante de la división y al comandante del Comando Sur, quienes ordenaron una investigación detallada para comprender las circunstancias que rodearon este complicado incidente.
Es importante destacar que esta zona había sido escenario de numerosos enfrentamientos en los días previos. El propósito de esta investigación es extraer lecciones que ayuden a evitar incidentes similares en el futuro, a pesar de la complejidad de los combates en áreas urbanas.
En la actualidad, las FDI enfrentan dificultades para determinar si los tres secuestrados lograron aprovechar un momento de debilidad por parte de los terroristas en su lugar de retención y escaparon, o si los terroristas salieron para defender el área y fueron abatidos por disparos de las FDI.
Fuentes de seguridad también resaltaron que, a raíz del trágico incidente ocurrido ayer, las FDI han iniciado la búsqueda del lugar donde los tres secuestrados estuvieron detenidos. El objetivo es obtener información crucial sobre su cautiverio y, posiblemente, arrojar luz sobre los eventos que ocurrieron en ese momento. Esto ayudaría a comprender dónde estaban retenidos y si había otros secuestrados junto a ellos.
Las fuentes de las FDI enfatizaron que este triste incidente ha generado una “gran frustración” entre las fuerzas que trabajan incansablemente las 24 horas del día para localizar a los secuestrados. Este esfuerzo constante implica riesgos significativos, incluyendo la seguridad de los combatientes.
Además, se señaló que el incidente, que culminó con la identificación equivocada de los tres secuestrados que escaparon de sus captores con el propósito de salvar sus vidas como terroristas, indica que aparentemente intentaron llegar a una zona segura y, posteriormente, alcanzar la frontera israelí.
Otra fuente militar destacó que después de la ubicación de los secuestrados y su situación, las agencias de inteligencia individuales, como el Shin Bet, el Mossad y la Inteligencia Militar, han estado trabajando arduamente. La lucha contrarreloj y contra Hamás está siendo coordinada por el general de división Nitzan Alon, quien ha desplegado una actividad especial en toda la Franja de Gaza para resolver el enigma sobre la ubicación y el destino de los secuestrados.