Según Rebecca Caspi, Directora General de la Oficina de Israel de las Federaciones Judías de Norteamérica y SVP de su Departamento de Israel y Ultramar, más de 50 comunidades judías han contribuido ya al fondo de donaciones de la organización en un esfuerzo por ayudar a los afectados por los recientes terremotos en Turquía y Siria.
“Inmediatamente nos pusimos en contacto con la Agencia Judía y el JDC, y empecé a explicar que se trataba de una gran ayuda cuando nos despertamos en Israel con la horrible noticia de los terremotos”, explicó. No respondemos a todos los mensajes. Sin duda, la gente querrá responder porque se trata de un asunto importante. Y debido a dónde estamos, nuestra oficina en Israel pudo empezar la mayor parte de ese trabajo, así que para cuando la gente de la costa este de Estados Unidos empezó a despertarse, ya teníamos todo listo para empezar, dijo Caspi.
Cuando abrimos el buzón ayer a mediodía, rápidamente corrimos la voz. Hoy ya hemos recibido regalos de personas de más de 50 comunidades”, añadió.
Pronta respuesta de las organizaciones judías de ayuda humanitaria
Caspi continuó afirmando que el JDC está evaluando actualmente la situación sobre el terreno. Nuestro objetivo es garantizar que se identifiquen las necesidades más prioritarias, haciendo especial hincapié en mantener a la gente viva, alimentada y caliente”.
Según Julie Platt, presidenta de la junta directiva de las Federaciones Judías de Norteamérica, “las finanzas básicas que las Federaciones Judías recaudan en tiempos de calma son las que nos permiten responder con prontitud y eficacia en tiempos de crisis y apoyar la labor vivificante de nuestras agencias asociadas”.
Según Platt, “nuestro trabajo está impulsado por decenas de miles de personas dadivosas en cientos de comunidades de Estados Unidos y Canadá, cuya generosidad está cambiando la vida de los demás”. “Nuestro sistema está impulsado por este efecto acumulativo, que también salva vidas y crea comunidades judías prósperas. Seguimos firmes en nuestro compromiso de activar nuestro sistema para reunir fondos vitales que nos permitan ayudar inmediatamente a los supervivientes de estos trágicos terremotos, a pesar de las enormes necesidades sobre el terreno”.
Las Federaciones Judías ya habían respondido anteriormente a catástrofes internacionales, como las provocadas por los incendios forestales de California, un tsunami asiático, tormentas e inundaciones en el Golfo de México.