El lunes, el presidente libanés defendió a la organización terrorista Hezbolá y dijo que su país había estado sujeto a la «agresión» israelí durante décadas y que tenía derecho a protegerse.
«Líbano fue capaz de enfrentar la agresión israelí desde 1978 hasta la guerra de 2006. Pudo liberar su tierra. Las amenazas israelíes aún están en curso; los libaneses tienen derecho a luchar y frustrarla con todos los medios disponibles», dijo Michel Aoun.
Sus comentarios siguieron a una dura declaración sobre los cancilleres de la Liga Arabe que condenan a Irán y su representante Hezbolá, a los que acusa de terrorismo y de apoyar a grupos terroristas en toda la región.

Al mismo tiempo, Aoun, un aliado cristiano de Hezbolá, dijo que el Líbano rechazó cualquier acusación de que su gobierno «es un socio en ataques terroristas».
«Líbano no puede tolerar una sugerencia de que el gobierno libanés es un socio en actos terroristas. La posición del Líbano declarada a través de su representante en la Liga Árabe expresó ayer una voluntad nacional», dijo, según el sitio web de noticias libanés Naharnet. «Líbano no es responsable de los conflictos árabes y regionales que algunos estados árabes están presenciando. Líbano no llevó a cabo ninguna agresión contra nadie y no debería pagar el precio de estos conflictos».
Hezbolá, el único grupo libanés que retuvo sus armas después de la guerra civil de 1975-1990, fue un factor clave en la retirada de Israel del sur de Líbano en 2000 y continúa describiéndose como la primera línea de defensa del Líbano. Hezbolá también es miembro del gobierno de coalición de Líbano.
Irán también rechazó la declaración de la Liga Árabe, diciendo que la diatriba estaba «llena de mentiras» y el producto de la «presión y propaganda» saudí.
Los medios estatales citaron al portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Bahram Ghasemi, al pedir a Arabia Saudita que detenga sus «ataques bárbaros» contra Yemen, donde una coalición liderada por Arabia Saudí ha estado en guerra con los rebeldes respaldados por Teherán desde marzo de 2015. También pidió a Arabia Saudita que abandone su boicot contra la nación árabe del Golfo de Qatar, que tiene vínculos cordiales con Irán.
Los cancilleres de la Liga Árabe reunidos el domingo en El Cairo arremetieron contra Irán y el grupo militante libanés Hezbolá, al que calificó de organización terrorista, acusándolos de desestabilizar la región y prometiendo llevar el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU.
Las tensiones se dispararon entre Arabia Saudita e Irán luego de que los rebeldes de Yemen, conocidos como houthis, dispararan un misil balístico que fue interceptado a las afueras de Riad a principios de este mes. Arabia Saudita acusó a Irán y Hezbolá de armar a los rebeldes, cargos que ambos negaron.
También se han intensificado por la sorpresiva renuncia del primer ministro libanés Saad Hariri el 4 de noviembre, durante un viaje a Arabia Saudita. Hezbolá había sido miembro del gobierno de Hariri.
Los sunníes, Arabia Saudita y el chiíta Irán, siempre han competido por la supremacía regional y apoyan a los representantes rivales en todo el Oriente Medio.