El gobierno alemán instó a Israel a permitir el acceso inmediato de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Sebastian Fischer, destacó en una conferencia de prensa que la asistencia debe fluir sin restricciones. “El acceso humanitario no puede ser utilizado como herramienta de presión en negociaciones”, advirtió.
Aunque Alemania mantiene una relación histórica de apoyo a Israel, también pidió la liberación de los rehenes retenidos por Hamás. “Es hora de que Hamás ponga fin al sufrimiento de los rehenes y sus familias”, afirmó Fischer.
El domingo, Israel suspendió la entrada de ayuda a Gaza, justificando la medida en la negativa de Hamás a aceptar una propuesta de extensión del alto el fuego y la liberación gradual de rehenes. La decisión provocó reacciones internacionales. Naciones Unidas, ONG y países árabes condenaron la suspensión, mientras que Estados Unidos respaldó a Israel.
El primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que Hamás confisca los suministros, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, defendió la medida bajo el principio de “no comidas gratis”. Según informes de medios israelíes, el gobierno considera que los suministros actuales en Gaza son suficientes para varios meses.
Israel propuso extender la fase inicial del acuerdo hasta el 19 de abril, incluyendo la liberación progresiva de los rehenes. Estados Unidos avaló la medida y acusó a Hamás de no mostrar disposición para negociar un cese al fuego. Brian Hughes, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, afirmó que Israel ha actuado con buena fe en las negociaciones.
Desde Hamás, su líder Mahmoud Mardawi rechazó la oferta y reafirmó que la liberación de rehenes solo ocurrirá bajo los términos ya pactados. Esta postura llevó a la Unión Europea a condenar la actitud de Hamás, aunque también advirtió sobre la crisis humanitaria derivada del bloqueo israelí.
Varios países reaccionaron con firmeza:
- Egipto calificó la medida israelí como una violación flagrante del acuerdo y acusó a Israel de usar el hambre como arma de guerra.
- Arabia Saudita denunció el bloqueo como un chantaje y pidió una intervención de la comunidad internacional.
- Jordania alertó sobre el agravamiento de la crisis en Gaza y exigió el cese inmediato del bloqueo.
- La ONU recordó que el derecho internacional obliga a permitir el acceso de ayuda humanitaria sin restricciones.
Los países árabes han acusado a Israel de utilizar la escasez de alimentos como presión política, una afirmación rechazada por el gobierno israelí y por Estados Unidos.
En noviembre de 2024, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra Netanyahu y el exministro de Defensa, Yoav Gallant por crímenes de guerra relacionados con el bloqueo de Gaza. Israel sostiene que actúa conforme al derecho internacional y que sus operaciones buscan minimizar las víctimas civiles.
Un análisis reciente indicó que la cantidad de alimentos enviados a Gaza ha sido suficiente para descartar una hambruna. Sin embargo, el gobierno israelí mantiene su estrategia de presión sobre Hamás para lograr un nuevo acuerdo de alto el fuego y la liberación total de los rehenes.
Como parte de su estrategia, Israel trasladó a la población de Gaza hacia el sur en fases previas de la guerra. Si las medidas actuales no logran el efecto esperado, el gobierno israelí podría cortar por completo el suministro eléctrico.
El último escenario contemplado sería una reanudación total de la guerra, con el uso de bombas pesadas previamente retenidas por la administración estadounidense anterior, además del armamento enviado recientemente por el gobierno actual de Estados Unidos.