Un tribunal de Argentina absolvió este jueves al ex presidente Carlos Menem (1989-1999) del delito de encubrimiento en la investigación del atentado a la organización judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos en 1994 y sigue impune.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Buenos Aires, con la presencia de Menem y el resto de imputados, dio a conocer el veredicto tras más de tres años y medio de juicio y condenó, entre otros, a seis años de cárcel al ex juez Juan José Galeano, quien tuvo a su cargo la primera etapa de la investigación del atentado y a cuatro años y seis meses al ex secretario de Inteligencia Hugo Anzorreguy.
Menem quedó absuelto de los delitos de «abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público y encubrimiento» que le había imputado la Fiscalía, que pedía para él 4 años de prisión, la misma pena que los querellantes.
En esta causa se juzgan numerosas irregularidades detectadas en el primer juicio abierto por el atentado, que concluyó en el 2004 con la declaración de nulidad de toda la investigación y la absolución de los policías argentinos imputados, a quienes se había acusado de formado parte de la conocida como «conexión local».
En la apertura de la audiencia, Menem y su ex jefe de Inteligencia Hugo Anzorreguy, desistieron de ejercer su derecho a una última declaración antes de escuchar la sentencia.
Hasta ahora no hay detenidos por el atentado contra el edificio que albergaba la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y otras instituciones judías. Nadie reivindicó su autoría, pero Argentina acusa a Irán de haberlo organizado.
En otro atentado que destruyó en 1992 la embajada de Israel en Buenos Aires, 29 personas murieron y 200 resultaron heridas. Israel también responsabilizó a Irán.
Cuatro años después del inicio de este juicio por encubrimiento, los familiares de las víctimas esperaban «que todos sean condenados«, dijo a la AFP Adriana Reisfeld, presidenta de Memoria Activa, una de las agrupaciones querellantes que denunciaron el encubrimiento en 1997 y enfrentadas con la dirigencia judía.
«El encubrimiento para nosotros después de 25 años es realmente tan importante como la investigación del atentado en sí, porque no dejaron que supiéramos la verdad«, afirmó la dirigente, cuya hermana Noemí murió en el ataque a los 36 años.

La fiscalía pidió cuatro años de prisión para el ex presidente (1989-1999) y senador Menem, de 88 años, quien goza de fueros parlamentarios y no puede ser detenido aunque sí juzgado.
En el inicio del proceso, el ex presidente había dicho que contaba con información secreta sobre el caso que no podía revelar.
«Se trata de razones de Estado que pueden afectar al gobierno actual, a los intereses de la nación y la convivencia pacífica con otras naciones«, dijo su abogado en el 2016.
No es el primer proceso contra el ex mandatario. En el 2013, Menem fue condenado a siete años y medio de prisión por contrabando de armas a Croacia y a Ecuador, aunque luego la justicia lo absolvió por «excederse los plazos razonables» para probar el delito.
En el 2015, fue sentenciado a cuatro años y medio de cárcel por pago de «sobresueldos» (sin declarar) a altos funcionarios.
La mayor pena pedida por la fiscalía es de 13 años de prisión y recayó en el ex juez federal Juan José Galeano, a cargo de la causa por una década y quien dijo haber «dejado el alma para llegar a la verdad».
En su defensa, el ex juez afirmó que «la investigación de la AMIA fue víctima de la miseria interna de los servicios de inteligencia y de seguridad«.
Otros dos pesos pesados en el banquillo son Hugo Anzorreguy y Rubén Beraja, ex presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), para quienes la fiscalía pidió seis y un año de prisión, respectivamente.