Miles de personas asistieron el lunes a un acto conmemorativo en Argentina dedicado a las 85 personas asesinadas durante el atentado contra la AMIA de 1994 en Buenos Aires. Acudieron para leer los nombres de las víctimas, recordar las desgarradoras historias de aquel día y exigir justicia para las víctimas.
El 18 de julio de 1994, alrededor de las 10 de la mañana, hora local, una furgoneta cargada de explosivos destruyó la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), un centro comunitario judío, en Buenos Aires. Además de los muertos, más de 300 personas resultaron heridas. Nadie ha sido juzgado por el atentado, aunque las pruebas apuntan desde hace tiempo a que Irán está detrás.
Mientras los asistentes agitaban fotos en blanco y negro de las víctimas, sonó una alarma a las 9:53 horas, el momento exacto en que estalló la bomba hace 28 años. Entre los asistentes se encontraba la enviada especial de Estados Unidos para vigilar y combatir el antisemitismo, Deborah Lipstadt.
En las redes sociales, escribió: “Hoy se cumple el 28º aniversario del atentado de Hezbolá, patrocinado por Irán, contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el centro comunitario judío de Buenos Aires. El atentado del 18 de julio de 1994 sigue siendo el ataque antisemita más mortífero desde el Holocausto.
“Funcionarios de alto nivel del gobierno iraní estuvieron directamente implicados en el atentado, dirigiendo a los terroristas de Hezbolá para que lo llevaran a cabo. Veintiocho años después, Estados Unidos se une a los judíos argentinos -y a todos los argentinos- en la búsqueda de responsabilidades por las horribles acciones de ese día”, continuó Lipstadt. “Me siento honrada de estar en Argentina en el aniversario del atentado a la AMIA, para conmemorar este sombrío día de recuerdo. El insensible asesinato de civiles no puede permanecer, y Estados Unidos está comprometido a contrarrestar la influencia maligna de Hezbolá e Irán”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores también hizo un llamamiento a la justicia en su publicación en las redes sociales, diciendo que “hoy, y cada día, estamos comprometidos con la memoria de las víctimas y con la justicia”.
Las Federaciones Judías de Norteamérica publicaron que “tres décadas después, seguimos recordando la vulnerabilidad de nuestras instituciones judías en Norteamérica y en todo el mundo”.
El Congreso Judío Mundial publicó un vídeo de tres minutos en el que se destacan los acontecimientos del día y las investigaciones posteriores, señalando que “hasta el día de hoy, nadie ha sido procesado por el atroz crimen. Seguimos exigiendo justicia”.
El atentado contra la AMIA no fue el único ataque terrorista contra los judíos que se recordó el lunes.
Al otro lado del mundo y casi 20 años después, el 18 de julio de 2012, un atentado con bomba en Bulgaria tuvo como objetivo un autobús lleno de turistas israelíes. En el atentado murieron seis personas, entre ellas mujeres embarazadas, y decenas de personas resultaron heridas. En septiembre de 2020, dos terroristas de Hezbolá fueron condenados en rebeldía por el atentado.
“Hoy hace diez años, las vacaciones de 42 personas se convirtieron en una pesadilla cuando un terrorista suicida explotó en un autobús que trasladaba a turistas israelíes a hoteles desde el aeropuerto de Burgas, en Bulgaria”, escribió el grupo Combat Antisemitism en Instagram. “Cinco israelíes y un ciudadano búlgaro murieron, y más de 30 resultaron heridos. Que sus recuerdos sean para siempre una bendición”.
Para B’nai Brith Canadá, el aniversario de estos atentados sirve de trampolín para renovar los llamamientos para que el CGRI –Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán– sea incluido en la lista de entidades terroristas oficiales de Canadá. La Fuerza Quds, una división del CGRI, está catalogada como tal.
“Durante demasiado tiempo, el régimen iraní ha eludido la justicia y la responsabilidad por el atentado contra la AMIA. Irán sigue siendo el principal patrocinador del terrorismo internacional hasta el día de hoy, lo que hace que el CGRI de Irán sea una grave amenaza para la seguridad pública de todos los canadienses”, dijo el director general de B’nai Brith, Michael Mostyn, a JNS. “El aniversario de hoy debe servir como un recordatorio a nuestro gobierno de que los canadienses no han olvidado el compromiso del parlamento de incluir al CGRI en la lista de grupos terroristas, y no descansaremos hasta que se cumpla esta promesa”.
Utilizando un “reloj de cuenta atrás” y una representación gráfica de un hombre al que llaman “Bennie” caminando por la Tierra, la organización señaló que han pasado más de cuatro años desde que la Cámara de los Comunes de Canadá votó a favor de incluir al CGRI en la lista de grupos terroristas. También han creado una petición para que los canadienses la firmen.
“Bennie ha dado la vuelta al mundo unas alucinantes 5,2 veces desde que se aprobó la moción”, dijo Mostyn. “Sólo hay que pensar en ese retraso. Nos parece asombroso. ¿Cuánto tiempo más tardará el gobierno en cumplir su promesa de proteger a los canadienses?”.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, emitió el lunes un comunicado en el que recordaba ambos casos, diciendo que “los dos ataques de Hezbolá, llevados a cabo con el apoyo de Irán, devastaron a cientos de familias”.
Señaló que no se ha hecho justicia en ninguno de los dos casos.
“Estados Unidos está comprometido a contrarrestar a Hezbolá y la influencia maligna de Irán. La financiación, el entrenamiento, las armas y otros apoyos que Irán proporciona a Hezbolá respaldan ataques terroristas complejos y atroces como estos. El insensible asesinato de civiles no debe permanecer”, dijo.
“Con nuestro apoyo, más de una docena de países de Europa, Sudamérica, América Central y el Pacífico han emitido designaciones, prohibiciones u otras restricciones a nivel nacional contra Hezbolá. Instamos a más países a que adopten medidas similares, que dificulten que el grupo y sus partidarios en Teherán amenacen la paz y la seguridad en todo el mundo”, añadió Price.