Un total de 21 individuos enfrentan cargos en Líbano por espiar a Hezbolá para Israel, según revela el diario árabe Asharq al-Awsat, con sede en Londres. Muchos de estos sospechosos lograron infiltrarse cerca de los líderes del grupo terrorista apoyado por Irán.
El espionaje israelí representa una amenaza constante para Hezbolá, cuya cúpula sufrió pérdidas devastadoras durante un conflicto de más de un año. Este conflicto, iniciado por el grupo terrorista en respaldo a Hamás en Gaza, comenzó un día después de la masacre del 7 de octubre de 2023.
De los 21 detenidos, 13 son libaneses, seis sirios y dos palestinos, reclutados por el Mossad antes y después del estallido de la guerra, según una fuente del Ministerio de Justicia libanés.
Mohammed Salah, hijo de un comandante de la Fuerza Radwan, destaca entre los espías arrestados. Su rol resultó clave en la eliminación de figuras prominentes de Hezbolá, como Hassan Bdair, en marzo, según la misma fuente.