El viernes, un avión no tripulado arrojó explosivos en una base perteneciente a grupos paramilitares chiítas vinculados a Irán en el norte de Irak, matando al menos a una persona, dijeron el ejército y fuentes paramilitares.
El ejército iraquí dijo en una declaración que un avión no tripulado había lanzado una granada sobre la base en la provincia norteña de Salahuddin, hiriendo al menos a dos personas, pero no dio más detalles.
Fuentes paramilitares en la zona y un líder paramilitar con sede en Bagdad dijeron que una persona había muerto en el ataque que tuvo lugar en la madrugada del viernes.
No hubo un reclamo inmediato de responsabilidad.
Una fuente de seguridad dijo que dos explosiones golpearon la base, una de ellas contra un depósito de municiones que pertenecía a un grupo respaldado por Irán.
El incidente tuvo lugar en medio de una mayor tensión entre Estados Unidos e Irán.
Irak es visto como un escenario potencial para cualquier confrontación regional violenta entre los dos enemigos debido a la presencia de grupos paramilitares musulmanes chiítas respaldados por Irán que operan muy cerca de las bases que albergan a las fuerzas estadounidenses.
Los militantes del Estado Islámico, también enemigos de los paramilitares chiítas, operan en la zona donde se encuentra la base y en muchas zonas remotas del norte del Irak, a pesar de que el grupo ha perdido su influencia sobre el territorio.
En los últimos meses se han producido ataques contra las fuerzas iraquíes.
Varias bases iraquíes que albergaban a las fuerzas estadounidenses fueron alcanzadas por varios cohetes hace unas semanas en ataques no reclamados en los que nadie resultó herido. Washington está presionando al gobierno de Irak para que frene a los grupos paramilitares apoyados por Irán que, según dice, representan una amenaza para los intereses de Estados Unidos en Irak.
Estados Unidos ha culpado a Irán de los ataques a varios petroleros en el Golfo. Teherán niega cualquier implicación.