El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el martes que estaba seguro de que China intentaría llegar a un acuerdo con los talibanes después de que los insurgentes islámicos tomaran el poder en Afganistán el 15 de agosto.
Al preguntársele si le preocupaba que China financiara al grupo, que está sancionado por la legislación estadounidense, Biden dijo a los periodistas: “China tiene un verdadero problema con los talibanes. Estoy seguro de que intentarán llegar a un acuerdo con los talibanes. Al igual que Pakistán, Rusia e Irán. Todos están tratando de averiguar qué hacen ahora”.
Estados Unidos y sus aliados del Grupo de los Siete han acordado coordinar su respuesta a los talibanes, y Washington ha bloqueado el acceso de los talibanes a las reservas de Afganistán, la mayoría de las cuales están en manos de la Reserva Federal de Nueva York, para asegurarse de que cumplen sus promesas de respetar los derechos de las mujeres y el derecho internacional.
Pero los expertos afirman que gran parte de esa influencia económica se perderá si China, Rusia u otros países proporcionan fondos a los talibanes.
Italia, actual presidente del Grupo de las 20 principales economías -que incluye a China y Rusia-, ha estado intentando organizar una reunión virtual del G20 sobre Afganistán, pero no se ha anunciado ninguna fecha, lo que sugiere que hay discordia entre el grupo.
El consejero de Estado y ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, dijo al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en una llamada telefónica el 29 de agosto, que la comunidad internacional debe comprometerse con los talibanes y “orientarlos positivamente”.
China no ha reconocido oficialmente a los talibanes como nuevos gobernantes de Afganistán, pero Wang recibió en julio al mulá Baradar, que desde entonces ha sido nombrado viceprimer ministro y ha dicho que el mundo debería guiar y apoyar al país en su transición hacia un nuevo gobierno en lugar de ejercer más presión sobre él.