Un mes después de que China realizara amplios ejercicios militares en represalia por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taipei, el presidente Joe Biden lanzó una severa advertencia a Pekín al declarar que Estados Unidos defendería a Taiwán de un ataque chino.
En respuesta a una pregunta sobre si enviaría fuerzas estadounidenses a Taiwán para defenderlo de una acción militar china, el presidente Joe Biden dijo: “Sí, si hubiera un ataque sin precedentes”.
En contraste con la situación en Ucrania, el presidente respondió “sí” cuando se le preguntó si EE. UU. enviaría fuerzas para defender a Taiwán.
Según Associated Press, un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores chino declaró el lunes que Pekín “deplora y condena” las declaraciones de Biden y se ha “quejado solemnemente” a Estados Unidos.
Biden ya había hecho tres advertencias de este tipo, pero la del domingo era la primera vez que lo hacía desde que la histórica decisión de China de lanzar misiles balísticos sobre Taiwán en represalia por la visita de Pelosi hizo que Pekín respondiera airadamente.
En mayo, Biden expresó un sentimiento similar respecto a la defensa de Taiwán en Japón. Aunque en ese momento afirmó que la política de Estados Unidos sobre Taiwán no había cambiado, sus comentarios se han visto como un debilitamiento de la estrategia de “ambigüedad estratégica” de Washington, de larga data.
En un esfuerzo por evitar que Taipei proclame su independencia y que China utilice la fuerza para hacer valer su reclamación de soberanía sobre la isla, Estados Unidos no indica en su política si defenderá a Taiwán.
A medida que el ejército chino intensifica su comportamiento agresivo cerca de Taiwán, algunos expertos han animado a la administración Biden a adoptar una política de “claridad estratégica” para enviar un mensaje más contundente a Pekín. Otros, sin embargo, afirmaron que sus comentarios habían provocado una nueva incertidumbre.
A pesar de la descarada defensa de Taiwán por parte de Biden, la Casa Blanca declaró el domingo que la política de Estados Unidos hacia Taiwán permanecía inalterada.
Según Bonnie Glaser, experta en China y Taiwán del German Marshall Fund, la “ambigüedad estratégica” se está erosionando, pero lo que la sustituye es más parecido a la “incertidumbre estratégica” que a la “claridad estratégica”.
Estas palabras refuerzan los preparativos del Ejército Popular de Liberación, ya que China siempre ha pensado que Estados Unidos defendería a Taiwán en caso de ser atacado. Creo que China presta más atención a las capacidades de defensa de EE. UU. contra Taiwán, que a menudo son cuestionadas.
Días antes de los comentarios de Biden, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado aprobó la Ley de Política de Taiwán, una ley que autoriza 6.500 millones de dólares de financiación para el equipamiento y entrenamiento militar de Taiwán. Si Pekín aumentara su agresividad contra Taiwán, lo que podría implicar hechos como un bloqueo o la toma de las islas de Taiwán en alta mar, la medida también obligaría al presidente a aplicar sanciones a importantes instituciones estatales de China.
La posibilidad de que Biden y Xi Jinping se reúnan en persona por primera vez como líderes en la conferencia del G20 que se celebrará en Indonesia en noviembre también está siendo discutida por funcionarios estadounidenses y chinos.
China acusa a Estados Unidos de debilitar la política de “una sola China”, según la cual Washington reconoce a Pekín como jefe de Estado de China, pero no coincide con su afirmación de que Taiwán es parte de China.