Un informe clasificado de los servicios de inteligencia estadounidenses entregado a la Casa Blanca el martes no fue concluyente sobre los orígenes de la pandemia del virus Covid-19, en parte debido a la falta de información procedente de China, según informan los medios de comunicación estadounidenses.
La evaluación, ordenada por el presidente Joe Biden hace 90 días, no pudo concluir de forma definitiva si el virus que surgió por primera vez en el centro de China había saltado a los humanos a través de los animales o se había escapado de una instalación de investigación de alta seguridad en Wuhan, según dijeron al Washington Post dos funcionarios estadounidenses familiarizados con el asunto.
Dijeron que algunas partes del informe podrían ser desclasificadas en los próximos días.
El debate sobre los orígenes del virus que ha matado a más de cuatro millones de personas y paralizado las economías de todo el mundo se ha vuelto cada vez más polémico.
Cuando Biden asignó la investigación, dijo que las agencias de inteligencia estadounidenses estaban divididas sobre los “dos escenarios probables”: animales o laboratorio.
A pesar de la directiva de Biden de que la comunidad de inteligencia “redoble sus esfuerzos” para desenredar el debate sobre el origen, la revisión de 90 días no los acercó al consenso, dijeron los funcionarios al Post.
Parte del problema es la falta de información detallada de China, según el Wall Street Journal.
“Si China no va a dar acceso a ciertos conjuntos de datos, nunca se va a saber realmente”, dijo un funcionario al Journal bajo condición de anonimato ya que el informe no es público.
Pekín ha rechazado los llamamientos de Estados Unidos y otros países para renovar la investigación sobre el origen, después de que una visita muy politizada de un equipo de la Organización Mundial de la Salud en enero tampoco resultara concluyente y se enfrentara a las críticas por falta de transparencia y acceso.
Mientras tanto, ha aumentado la presión para evaluar la teoría de la fuga en el laboratorio de forma más exhaustiva.
Al principio de la pandemia, la hipótesis del origen natural -que el virus surgió en los murciélagos y luego pasó a los humanos, probablemente a través de una especie intermedia- era ampliamente aceptada. Pero con el paso del tiempo, los científicos no han encontrado un virus en los murciélagos o en otro animal que coincida con la firma genética del SARS-CoV-2.
Ante la reticencia de China a abrirse a los investigadores externos, los expertos están cada vez más dispuestos a considerar la teoría de que el virus podría haberse filtrado de un laboratorio que investiga el coronavirus de los murciélagos en Wuhan, una idea que en su día se descartó como una conspiración propagada por la extrema derecha estadounidense.
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha admitido que la investigación inicial del organismo sanitario mundial sobre los laboratorios de virología de Wuhan no fue lo suficientemente amplia.
Pero el llamamiento de la OMS el mes pasado para que la segunda fase de la investigación incluyera auditorías de los laboratorios enfureció a Pekín. El viceministro de Sanidad, Zeng Yixin, dijo que el plan mostraba “falta de respeto al sentido común y arrogancia hacia la ciencia”.