El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia rechaza la preocupación por los ataques militares rusos contra la población civil, incluido un hospital de maternidad, y los califica de “patéticos chillidos” de sus enemigos.
Serguéi Lavrov habla tras reunirse con su homólogo ucraniano en Turquía en las conversaciones ruso-ucranianas de más alto nivel desde que comenzó la guerra el mes pasado.
En el primer comentario público del gobierno ruso sobre el ataque del miércoles a un hospital de maternidad en la ciudad sitiada de Mariupol, Lavrov no niega ni rehúye la responsabilidad del ataque.
Afirma que el lugar había sido tomado anteriormente por combatientes radicales ucranianos de extrema derecha que lo utilizaban como base. Aunque hay muchas imágenes de civiles heridos en el ataque y el ayuntamiento dice que hay un niño entre las tres personas muertas, Lavrov afirma que todos los pacientes y las enfermeras fueron trasladados fuera del hospital antes del asalto.
“No es la primera vez que vemos gritos patéticos sobre supuestas atrocidades”, afirma.