El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se vio obligado a cancelar un viaje previsto a Serbia el lunes después de que tres países de Europa del Este cerraran su espacio aéreo a su avión.
Bulgaria, Montenegro y Macedonia del Norte aplicaron la prohibición, que impidió a Lavrov reunirse con el presidente serbio Aleksandar Vucic en Belgrado. Moscú ha condenado la medida como “hostil”.
“Si una visita del ministro de Asuntos Exteriores ruso a Serbia es vista en Occidente como algo parecido a una amenaza a escala universal, entonces las cosas en Occidente están claramente muy mal”, dijo Lavrov.
“Lo principal es que nadie podrá destruir nuestras relaciones con Serbia”, añadió.
En cambio, Vucic ha sido invitado a reunirse con Lavrov en Moscú.
“Los que han impedido la llegada de Sergei Lavrov no quieren la paz. Sueñan con derrotar a Rusia”, declaró Vucic. “Serbia está orgullosa de no formar parte de la histeria antirrusa, y los países que sí lo hacen tendrán tiempo de avergonzarse”.