China ha amenazado con tomar represalias después de que los Estados Unidos ordenara el cierre del consulado de Pekín en Houston el martes, dando al personal de allí 72 horas para salir del país.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, declaró a los periodistas en una reunión informativa diaria el miércoles que la orden constituía una “escalada sin precedentes” en las tensiones, tras meses de deterioro de las relaciones entre Washington, D.C. y Pekín.
“Si los Estados Unidos continúa yendo por el camino equivocado, responderemos decididamente”, afirmó Wang, según Bloomberg. Los Estados Unidos tiene consulados en las ciudades chinas de Chengdu, Guangzhou, Shanghai, Shenyang y Wuhan. Todas ellas podrían convertirse en objetivos de las represalias chinas.
Hu Xijin, el editor del periódico estatal nacionalista Global Times, escribió en Twitter que los Estados Unidos había ordenado a China cerrar las instalaciones de Houston en 72 horas.
“Esta es una locura”, señaló Hu, quien en los últimos meses se ha convertido en un prominente crítico de los medios sociales chinos de la administración del presidente Donald Trump y su manejo de la pandemia de la COVID-19 y sus vínculos con Pekín.
Los comentarios de Wang llegaron horas después de que los servicios de emergencia de Houston fueron llamados al consulado tras los informes de que el personal quemaba documentos allí. El canal de noticias KTRK de Houston manifestó que una pequeña cantidad de humo podía ser visto desde un incendio en el patio del edificio.
Los bomberos no entraron en el edificio para apagar el fuego porque la instalación se considera territorio chino, dijo KTRK.
El jefe Sam Peña informó al canal: “Parece ser que se está quemando a cielo abierto en un contenedor dentro del patio de la instalación del consulado chino. No parece ser un fuego no confinado, pero no se nos ha permitido el acceso. Estamos a la espera y vigilando”.
El canal KPRC2 compartió un video tomado de personas que viven cerca del consulado, mostrando a la gente alrededor de múltiples pequeños incendios en el patio. Una fuente policial anónima mencionó al canal que el personal del consulado fue desalojado a las 4 p.m. del viernes.
Las relaciones entre Washington D.C. y Pekín se han deteriorado rápidamente desde el brote de la pandemia de coronavirus, que comenzó en China y la administración Trump está culpando al Partido Comunista Chino.
Trump inicialmente elogió el manejo del brote por parte del presidente Xi Jinping, pero desde entonces ha girado para culpar a Pekín por el desastre.
Los Estados Unidos se convirtieron en el epicentro del brote y hasta ahora han registrado 3,9 millones de infecciones y 142 mil muertes, según la Universidad Johns Hopkins, lo que la convierte en la nación más afectada del mundo en ambos casos.
La administración de Trump también ha impuesto sanciones a funcionarios chinos acusados de abusos de los derechos humanos en la provincia occidental de Xinjiang y en la región semiautónoma de Hong Kong.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha continuado su ofensiva contra las empresas tecnológicas chinas, que según él son simplemente armas del PCCh.
Pekín ha respondido con restricciones recíprocas de visados y medidas financieras contra los funcionarios y legisladores estadounidenses que han hecho frente a la legislación que permite sanciones contra China.
El portavoz del Departamento de Estado Morgan Ortagus confirmó que los Estados Unidos habían ordenado el cierre del consulado de Houston, según The Washington Post.
La orden se dio “con el fin de proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de los estadounidenses”, mencionó Ortagus.
Añadió que los Estados Unidos “no tolerará las violaciones de la RPC de nuestra soberanía y la intimidación de nuestro pueblo, así como no hemos tolerado las prácticas comerciales injustas de la RPC, el robo de puestos de trabajo estadounidenses y otros comportamientos atroces”, refiriéndose al país por su nombre oficial de la República Popular China.
“El presidente Trump insiste en la justicia y la reciprocidad en las relaciones entre los Estados Unidos y China”, concluyó Ortagus.