Estados Unidos y Japón expresaron el viernes su gran preocupación por el creciente poderío de China en términos inequívocos y se comprometieron a trabajar juntos contra los intentos de desestabilizar la región.
Los comentarios de los dos aliados, en una declaración conjunta que siguió a una reunión virtual de sus ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, ponen de relieve cómo la creciente alarma sobre China –y la creciente tensión sobre Taiwán– han puesto en el punto de mira el papel de seguridad de Japón.
Los ministros expresaron su preocupación por el hecho de que los esfuerzos de China “para socavar el orden basado en las normas” suponen “desafíos políticos, económicos, militares y tecnológicos para la región y el mundo”, según su declaración.
“Resolvieron trabajar juntos para disuadir y, en caso necesario, responder a las actividades desestabilizadoras en la región”, se indica en la declaración.
Los ministros también manifestaron su “grave y constante preocupación” por los derechos humanos en las regiones chinas de Xinjiang y Hong Kong, y subrayaron la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
En otra cumbre virtual celebrada el jueves, Japón y Australia firmaron un acuerdo de cooperación en materia de defensa.
China presentó severas protestas ante los tres países.
“Deploramos y nos oponemos firmemente a la flagrante injerencia en los asuntos internos de China por parte de Estados Unidos, Japón y Australia y a la fabricación de información falsa para desprestigiar a China y socavar la solidaridad y la confianza mutua de los países de la región”, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, en una sesión informativa diaria en Pekín.
El pacifista Japón mantiene estrechos lazos económicos con China, pero le preocupa cada vez más que pueda actuar contra el democrático Taiwán, que reclama como parte de China.
“Se trata claramente de un mensaje combinado que refleja una preocupación común, no de un caso de torsión de Estados Unidos para conseguir que Japón firme con vagos eufemismos”, dijo Daniel Russel, que fue el principal diplomático de Estados Unidos para Asia durante el mandato del presidente Barack Obama y que ahora trabaja en el Asia Society Policy Institute.
“En particular, la expresión de la resolución conjunta de responder si es necesario a las actividades desestabilizadoras se presenta como una poderosa expresión de solidaridad y determinación de la alianza”.
Antes de las conversaciones, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo que Washington y Tokio planeaban un nuevo acuerdo de defensa para contrarrestar las amenazas emergentes, incluyendo la hipersónica y las capacidades basadas en el espacio.
Nuevas herramientas
Blinken afirmó que la alianza “no sólo debe reforzar las herramientas que tenemos, sino también desarrollar otras nuevas”, citando la escalada militar de Rusia contra Ucrania, las acciones “provocadoras” de Pekín sobre Taiwán y el último lanzamiento de misiles de Corea del Norte. Corea del Norte disparó esta semana un “misil hipersónico” que alcanzó con éxito un objetivo, según informó su agencia estatal de noticias.
Rusia, China y Estados Unidos también se apresuran a construir armas hipersónicas, cuya velocidad y maniobrabilidad extremas las hacen difíciles de detectar y bloquear con misiles interceptores.
Mientras sus vecinos prueban misiles hipersónicos, Japón ha estado trabajando en la tecnología electromagnética “railgun” para atacarlos.
“Tenemos que utilizar todos los medios disponibles, incluida la cooperación con Estados Unidos, para reforzar la capacidad de defensa antimisiles”, declaró a la prensa el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi.
Tokio también explicó su plan de revisar la estrategia de seguridad nacional para impulsar fundamentalmente las capacidades de defensa, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Yoshimasa Hayashi, tras la reunión.
El primer ministro Fumio Kishida prometió en octubre revisar la estrategia de seguridad de Japón para considerar “todas las opciones, incluida la posesión de las llamadas capacidades de ataque al enemigo”.
El gobierno de Kishida ha aprobado un gasto récord en defensa, con un décimo aumento anual consecutivo en 2022.
Jeffrey Hornung, experto en política de seguridad japonesa en la Rand Corporation, un grupo de expertos respaldado por Estados Unidos, dijo que aunque las opciones de Japón para usar la fuerza son limitadas, podría considerar que una emergencia en Taiwán amenaza su propia supervivencia.
“No hay ningún mensaje codificado aquí”, dijo Hornung.
“China es el desafío y así lo dijeron, y luego detallaron todas las formas en que la alianza está decidida a trabajar para contrarrestar sus actividades desestabilizadoras”.